1. Tras la barbacoa


    Fecha: 07/12/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... champán y Salva los lamía sin prisa.
    
    -¿Aún os quedan fuerzas? -Pregunté desde mi tirada ubicación.
    
    -Para esto siempre. -Dijo Elia- Ven tú también.
    
    -Espera. -Sugerí. No podía moverme, no me apetecía nada levantar la cabeza, pesaba demasiado- Quizá ejerza de voyeur hoy. -Añadí.
    
    -Sólo quizá. -Añadió Elia. Miró a Salva- ¿Dónde te has manchado tú?
    
    Salva se hizo hacia atrás y se puso en pie. La parte baja de su camiseta y la zona de la cremallera de su pantalón eran un charco. Hizo un gesto abriendo las manos y asintiendo. Elia se arrodilló, le levantó la camiseta y lamió su abdomen mientras desabrochaba el pantalón. Bajó el pantalón y lamió sus calzoncillos empapados.
    
    Después bajó el bóxer y la polla de Salva quedó desafiante en el aire apuntando hacia Elia, que inmediatamente se la metió en la boca y empezó a lamerla como ella solía hacerlo. Siempre le habíamos dicho lo buena que era en ese menester, nunca conocí a nadie que opinara lo contrario de ella. Supongo que las cosas que gustan hacen aflorar nuestras virtudes. Siguió mamando un buen rato, empapándola y agitándola con énfasis.
    
    Salva le cogió la cabeza y empezó a moverla, follándose su boca. Era increíble ver hasta donde era capaz de meterse una polla en la boca Elia. Cuando la sacó hilillos de saliva unían la polla de Salva con la boca de Elia, que había cambiado su expresión al modo encendido. Salva se agachó y la besó con fuerza, luego la tumbó en el suelo y le quitó el pantalón corto que llevaba. ...
    ... Comenzó a comerle el coño.
    
    Yo estaba mirando el espectáculo, pero seguía sin poder moverme ni para eso. Oía los gemidos de Elia y veía sus rodillas salir sobre la mesa del café, que me tapaba el resto. Noté que la sangre empezaba a llenar mis conductos genitales, lentamente. Levanté un poco el culo y empujé ligeramente los pantalones hacia abajo para evitar que se me clavaran en los huevos.
    
    Salva puso a Elia apoyada sobre la mesa de café y empezó a lamerle el culo agarrado a sus cachetes. Me encantaba la cara de Elia cuando sentía placer, la dotaba de una belleza salvaje y natural que pocas poseen. Bajé mi mano a mi bulto y comencé a acariciarme sobre el pantalón. Elia me miró y levantó un poco su cuerpo para mostrarme sus tetas.
    
    Le sonreí y me respondió apretando la mandíbula y mostrándome los dientes. Era maravillosa.
    
    -¡Sácala! Quiero verla. -Me dijo.
    
    Desabroché mi pantalón y lo bajé junto con el bóxer hasta las rodillas. Mi erección aún no era plena, pero se apreciaba un buen miembro. Ella pasó su lengua por los labios mirándome, sabía cómo provocarme. Empecé a masturbarme lentamente para que me viera, sé que le gustaba, no era la primera vez que se lo hacía. Sin hablar movió los labios pidiéndome que fuera a su boca, pero le respondí negando con la cabeza. Pude leer como sus labios articulaban la palabra "cabrón".
    
    Salva se incorporó y azotó el culo de Elia con la polla tres o cuatro veces. Después la introdujo en su vagina y pude ver la cara de Elia al ...