Nuestra primera cita con un amigo íntimo
Fecha: 02/12/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Juancakent, Fuente: CuentoRelatos
... Te amo mi amor, te siento más mía, porque sé que este placer es lo que siempre me prometiste, lo que tenías para darme como mujer, era solo para mi. Estas preparada para hacerlo? Si, me respondió. Te amo y gracias por enseñarme a ser una hembra en todo sentido. Mi fantasía sexual era ésta, tener sexo con dos hombres, es tan maravilloso gozar la calentura de otro hombre, porque puedo disfrutar cada penetración como una satisfacción íntima como hembra. Pero el placer que recorre mis entrañas nace en mi mente. Está en todo momento has estado en mi mente, y cuando te miro, sé que estoy haciendo realidad lo que más has soñado.
Llegué en el momento justo, nos dijo Andrés al salir del baño. Recuéstate le ordeno Carmen. Estaba montada sobre mi cabalgando con mi pene perdido en su vagina. Se tendió al lado nuestro y mientras se movía sobre mi se inclinó para masturbarlo y mamarlo.
La aparte de mi. Dos cómplices que dejaban toda norma impuesta por una sociedad pacata de lado, con la madurez de determinar lo que es correcto o no, a una edad en que nosotros somos dueños de nuestros actos, y no le debemos dar explicaciones a nadie.
Carmen cruzó una pierna sobre la pelvis de ese juguete sexual, arqueo su torso apoyando sus manos en los hombros de Andrés, cerrando los ojos sintió su mano entre sus muslos que buscaban su vagina .Que rico fue ese movimiento cuando sintió entre sus labios vaginales ese pene erecto, gemido, caer sobre ese trozo de carne, doblarse entera hasta apoyarse ...
... en su hombro y moverse como hembra sedienta de sexo fue una sola acción. En un acto reflejo mientras se desmontó de mi, y dejando que nuestra lujuria me guiara, también me deje llevar por mi sadismo. Me hinque a su espalda y comencé a masturbarme mientras contemplaba como ella se tragaba ese pene hasta solo ver como se movía entre gemidos de placer. Junte las piernas de Andrés que las tenías separada mientras la penetraba en un baile de erotismo y placer cuando ella apoyó sus senos sobre su pecho.
Hincado a su espalda, separe sus nalgas, la piel blanca de su espalda, su cintura ceñida y su botón anal, fue el último raciocinio de lógica que recuerdo. Despacito amor, así.
Más adentro que rico, ella empezó a guiarnos. Se movía en forma lenta, ella, como toda hembra madura que ha sido madre, sabe que el dolor es parte de su esencia como género, y que ya madura, ese dolor se transforma el placer a medida que la dilatación le permite gozar las sensaciones dentro de su cuerpo.
Despacito le fui enterrando mi pene en su culito, sentir sus paredes anales que abrazaban mi miembro, sus gemidos ya no eran de dolor. Así, metelo todo, muévete más rápido. Un gemido ahogado salió de su garganta, acompañado de unos espasmos que no podía controlar. Así más adentro, métanmelo todo. Si en un principio las penetraciones eran alternadas, ella se movía para que en cada movimiento gozará anal y vaginalmente cada pene.
Así, clávenme fuerte. Más rápido, muévanse me gusta, quiero mas Fue el ...