1. Sorpresa Diurna


    Fecha: 01/12/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... te gusta ver como tu mujer masturba a dos desconocidos? Porque a mí me está volviendo loca.
    
    - Sabes que sí. Me encanta verte así. No lo puedo evitar… no lo quiero evitar.
    
    - No lo hagas.
    
    Se volvió a hacer el silencio. Sólo se escuchaba el sonido del aceite en el subir y bajar de las manos de mi mujer sobre aquellos dos miembros. De pronto paró y se recogió el pelo. Sin pensárselo mucho engulló la polla de uno de ellos mientras seguía masturbando al otro. Me fascinaba ver como se tragaba cada centímetro de aquel tipo, sin olvidarse del otro. Me coloqué tras ella y observé que estaba muy húmeda. Acaricié sus pechos e introduje un dedo en su húmedo y caliente coñó. Soltó un suspiro y se acomodó al curioso avance de mi dedo. En ese momento ansiaba penetrarla, pero me contuve. Mientras seguía masturbándola cambió de polla y se puso a mamar la del otro, los dos tipos sudaban a mares. Tras uno minutos se la sacó y se giró hacia mí.
    
    - Has sido malo. No debías tocarme.
    
    - No veo que te haya molestado mucho.
    
    Sonrió y negó con la cabeza.
    
    - Pero eso merece un castigo. Ponte delante de mí y observa, que sé que te gusta.
    
    La obedecí y me coloque frente a ella. Comenzó ávida a chupar alternativamente cada una de aquellas rocas fálicas, con tantas ganas que dudaba de que aquellos pobres chicos fuesen a aguantar mucho más. Su respiración se iba acelerando. Así que ella paró. La cabrona era especialista en eso. En parar justo antes del éxtasis. Se relamió los labios, ...
    ... totalmente húmedos y brillantes y sonrió.
    
    - Ahora viene tu castigo. Tienes que ayudarme con ellos, quiero que se corran antes de mi masaje, los quiero en forma para cuando me follen. Porque tú quieres que me los folle y que duren, ¿verdad? Sería una pena que todo acabase pronto y no pudieses disfrutar de cómo me follan, ¿no?
    
    Dije que sí con la cabeza. Era verdad. Deseaba que aquellos dos se tirasen a mi mujer, que la recorriesen de arriba abajo con sus manos, con sus lenguas, pero no sabía si iba a ser capaz de hacer lo que me pedía. Había tenido una experiencia bisexual y no la recordaba con desagrado, pero no había pensado en repetirla. Aunque la verdad es que por verla masajeada de nuevo por dos tipos haría cualquier cosa, y si había que masturbar a un desconocido, pues se hacía y punto.
    
    Natalia volvió a dedicarse a chupar con ansia la polla de uno de ellos mientras seguía masturbando al otro. Acerqué tímidamente mi mano y la sustituí con torpeza, intentando imaginarme que aquella polla era la mía, intentando darle placer. Me giré y vi que mi mujer aceleraba su mamada y que aquel tipo no iba a aguantar más. Y así fue, mientras yo seguía moviendo mi mano con más ganas de las que admitiría nunca por un miembro cada vez más duro, el otro chaval se corría brutalmente sobre las tetas de Natalia. Siguió meneándosela hasta que se cercioró que de allí no salía nada más. Y se giró hacia mí.
    
    - Lo estás haciendo muy bien cielo.
    
    Yo hice además de retirarme para dejarla a ...
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