1. Sorpresa Diurna


    Fecha: 01/12/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Me despertó el teléfono con un nuevo mensaje de Natalia. Me avisaba de que iba a llegar tarde, que se lo estaba pasando muy bien y que estaba en la Plaza de Santa Ana, seguido de un emoticono de sonrisa cómplice.
    
    - Que cabrona.
    
    La Plaza de Santa Ana tiene un significado especial para nosotros, allí tuvimos uno de nuestros masajes eróticos, de los que todavía recordamos con calentura. Sonreí pícaro al teléfono móvil y me recreé un momento en mis recuerdos húmedos. Luego apagué la luz del salón y me acosté desnudo, por si Natalia viniese guerrera de la boda. Era delicioso pensar en que me pudiesen despertar con algo de sexo.
    
    Pero no fue así. En lugar de una lengua húmeda y caliente recorriendo mi polla, me despertó el suave y alcohólico beso de mi mujer. Seguía preciosa y sonriente, demasiado sonriente. Joder, era de día. Miré el reloj, las nueve de la mañana. Ya podía haberme puesto el pijama.
    
    - Hola cielo – susurré.
    
    - Hola cariño – miró mi desnudez y sonrió.- Veo que me esperabas dispuesto.
    
    - Por ti lo que sea.
    
    - Eso está bien saberlo.
    
    - ¿Cómo te lo has pasado?
    
    - Muy bien, hemos estado por ahí de juerga hasta las tantas.
    
    Me percaté de que había más detrás de esa frase y una parte de mí se despertó. Ella también se percató de mi despertar y se sentó en la cama.
    
    - He estado con mis primos, súper majos, primero bailando en la boda y luego nos fuimos por ahí, hasta acabar en un after muy cutre. Los que quedaban iban a irse a desayunar, pero yo ...
    ... he optado por venir. Más o menos.
    
    Como si nada alargó la mano y cogió suavemente mi polla, comenzando a masturbarme lentamente. Desde luego que allí había mucho más. Solté un suspiro de placer y me quedé callado, a la espera.
    
    - ¿Te dije que la boda era en la Plaza de Santa Ana?
    
    Asentí y cerré los ojos, dejándome llevar por el cadencioso ritmo de su mano sobre mi miembro.
    
    - Me trajo muy buenos y encendidos recuerdos. Me excité. Sobre todo cuando empecé a hablar con mis primos de infidelidades. Decían medio en broma, medio en serio, que era una lástima que estuviese tan mal visto el acostarse con alguien ajeno a la pareja de cuando en vez. Yo les dije algo sobre que era una cuestión de elegir en la vida y de hacerlo bien.
    
    Aceleró un poco su mano sobre mi cada vez más dura polla. Sabía que no se había acostado con sus primos, no entraba dentro de sus esquemas mentales, o eso pensaba, pero desconocía hacia dónde iba a llevar todo aquello. Me tenía totalmente intrigado. Nunca había dudado de la fidelidad de Natalia, nunca se había acostado con otro sin hacerme participe de ello de alguna manera. Cuando se acostó con David y su amigo sin estar yo, lo grabó en video y me lo dejó a modo de sorpresa, haciendo que de alguna manera aquello hubiese sido para mí. Pero allí no había ninguna cámara.
    
    - ¿Sabes lo que me excitó? No escuchar a mis primos hablar sobre poner los cuernos, eso me parece banal, sino el darme cuenta de que contigo puedo hacer lo que quiera. Que te ...
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