-
Once hombres y una lluvia de leche
Fecha: 01/12/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... llegada de la delegación de machos (tenían la orden de llegar todos juntos) . Ya habíamos olvidado completamente a quienes esperábamos y después de acomodarnos la ropa como pudimos atendimos a los invitados. El primero en entrar era el tío de Líala, el abanderado de 10 chicos de alrededor de un metro ochenta y de buen físico que fueron acercándose al living rodeado de sillones y con una buena alfombra celeste. Las fantasías mas perversas de ambas comenzaban a hacerse realidad. Nos comportamos como autenticas anfitrionas y le servimos unos tragos que preparamos como así también una buena música para distendernos. Sin embargo, los muchachos enseguida estuvieron bien dispuestos y sin mucho preámbulo comenzaron a manosear nuestros cuerpos. Mi cuelo y mis orejas ya tenias como cinco o seis lenguas hurgando y otras tantas manos desvistiéndome, manoseándome los pechos con descaro. La boca esta siendo violada con sus lenguas repletas de saliva. Por otra parte, Laia ya estaba completamente desnuda desabrochando braguetas con una rapidez enorme. Sus pechos eran fabulosos y tan ricos como los vi en fotos, con los pezones bien duros que se movían junto a las manos de los hombres. Un hombre alto y moreno estaba absorto con mis tetas y no dejaba de succionarlas y chuparlas como un loco. Otros tres muchachos me manoseaban la cola y mi sexo y además frotaban sus vergas ya erectas y calientes sobre mis redondas nalgas El escenario a esa altura era el siguiente: cinco chicos ...
... chapándome todo el cuerpo y masturbándose lentamente. Por otro lado, Laila junto a una verga (la mas grande de todas creo) en su boca, dos en sus manos que agitaba con fruición y una que penetraba por atrás su conchita ardiente. A raíz de mi excitación, me corrí rápidamente cuando me tocaron mi sexo mojado. Aún no había probado las carnes gigantes que colgaban de esos cuerpos voluptuosos. Luego, uno de ellos se acostó sin que me dijeran nada, abrí bien las piernas y me senté arriba de ese pene venoso para cabalgarlo a gusto. Estuve de espaldas a él para que el resto disfrute de mi cuerpo. A mis costados podía entretenerme chupando vergas. Les veía las cara a los chicos y me transportaban su alegría y su placer. No tardaron en inundarme la cara de leche caliente. Pareciera que hubieran aguantado meses sin tener sexo, pues tenían gran cantidad de semen acumulado en mi cara, en mi pelo y en mis tetas. En el otro sillón de la casa había descuidado a Laia que aparentemente la estaba pasando muy bien. Gemía y gritaba como podía, ya que los sexos que le penetraban su boca y que se turnaban, no le dejaban opción a hacerlo. Estaba sentada arriba de un chico rubio y arriba de su culo su tío preferido penetrándola sin compasión. No paraban de moverse en el cuerpo que parecía estar en el cielo. Los sexos de los hombres que la penetraban no aguantaron mas y descargaron su leche en su culo y en su vagina. Límpiamelo putita, gritó ella con una voz sensual y repleta de cansancio. No dudé un ...