1. Rebeca y su ginecólogo


    Fecha: 13/11/2022, Categorías: Intercambios Autor: Lertxundi, Fuente: CuentoRelatos

    ... recuerda que te queda un año para cambiarlo.
    
    Rebeca: Menos mal, ese animal me la metió sin piedad.
    
    Dr. Ramos: Voy... voy a revisar el resto.
    
    Se le notaba ya nervioso, teníamos que intentarlo y lo que saliera.
    
    Fue a por otro utensilio y empezó a explorar de nuevo a Rebeca que volvía a gemir un poco, yo no veía ya por mi posición que hacía pero a ella parecía gustarle, o al menos fingía muy bien.
    
    Jaime: ¿te gusta?
    
    Rebeca: mmm... si...
    
    En ese momento empecé a besarla mientras metía mi mano debajo del top y del sujetador, tras unos segundos el Dr. Ramos se incorporó tragando saliva.
    
    Dr. Ramos: bueno, parece que está todo bien
    
    Rebeca: ¿seguro, ha mirado bien?
    
    Dr. Ramos: Sí sí, tienes una vagina de libro.
    
    Jaime: pues es toda suya doctor, somos... los últimos ¿verdad?
    
    Nos miró con cara confundida, pero entendió a qué me refería, fue a su mesa y cuando Rebeca y yo pensamos que nos iba a dar calabazas llamó a su secretaria y le dijo que ya podía irse, que terminaba él y no quería que se fuera tarde.
    
    Se acercó a la puerta y puso el cerrojo, había picado y era nuestro momento, o el de Rebeca más bien.
    
    Volvió a su posición anterior y siguió la explotación pero en este caso con la boca, empezó a comerle el coño de tal manera que Rebeca lo gozaba.
    
    Qué cabrón, pensé yo, al ser ginecólogo este se las sabe todas.
    
    Mientras tanto y entre gemido y gemido de Rebeca le invité a quitarse la parte de arriba y liberar a las gemelas y así lo hizo con ...
    ... mi ayuda, mi novia estaba totalmente desnuda en la consulta y esto acababa de empezar.
    
    Cada vez gritaba más y más, algo le estaba haciendo que le estaba volviendo loca, comiéndole el coño jamás le había escuchado gritar así.
    
    Dr. Ramos: a la camilla
    
    Rebeca no dijo nada, se levantó, me miró y con una sonrisa en la cara me dijo:
    
    Rebeca: que puta soy...
    
    Sabía que iba a ser penetrada y así fue, se tumbó en la camilla boca abajo pero nuestro empotrador de hoy decidió que lo hiciera a cuatro patas y en el borde de la camilla, bajó un poco esta y se la metió por el coño a cuatro patas.
    
    Su polla era grande, no tanto como la de Ibrahima pero con ese instrumento Rebeca lo iba a gozar.
    
    Yo no perdí el tiempo y ya con mi polla fuera me subí a la camilla para que me la comiera y así fue, mientras recibía sus embestidas me la chupaba gustosamente, además por mi parte venía sus melones botar y botar; mientras el que ahora no se estaba comportando como su ginecólogo además de metérsela le estimulaba tocando su clítoris.
    
    Dr. Ramos: ¿te gusta?
    
    Rebeca: ahhh! siii!! ahhh!
    
    Tras un buen rato de embestidas y mientras el calor iba cada vez más haciendo mella en nuestros cuerpos el doctor volvió a hablar:
    
    Dr. Ramos: ¿te apetece doble penetración? te va a venir bien -dijo mientras sonreía.
    
    Rebeca: ah!! ah!!! sí claro, ah!!!
    
    Jaime: yo te doy por atrás
    
    En ese momento nos bajamos de la camilla, mientras el doctor iba a su mesa y cogía una especie de gel/lubricante ...