Orgía en un barco mercante
Fecha: 04/11/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Frances y Romy, Fuente: CuentoRelatos
... misma noche para que después no se complicara ir a verlo. Aceptó y me dijo que sería un honor que tan bella mujer subiera a su barco.
Salimos y nos enfilamos al puerto, llegamos al muelle donde se encontraba su barco y nos pidió lo esperáramos, al poco tiempo que subió, nos percatamos que unos marinos estaban colocando una especie de puente pasarela, cuando quedo lista, el capitán paso al muelle por nosotros, me sujeté del brazo de ambos, sentí que todo se movía, pero supongo que era el efecto del alcohol. Al abordar me percate que los 7 marinos me veían como jauría hambrienta, todos rubios, altos y fornidos, el capitán se percató y en su idioma les dijo unas palabras que hicieron que su rictus cambiara por el de la desilusión, rompieron filas y mi esposo le preguntó que les había dicho, primero se disculpó diciéndonos que los muchachos llevaban muchos días en altamar y que ansiaban probar mujeres, pero que no les daba días libres hasta descargar la carga y por un omento pensaron que me había llevado para satisfacerlos.
Después del vino y lo atractivo de los marineros, yo estaba más caliente que una plancha, entre risas por lo sucedido y el efecto del alcohol, dimos un tour por el barco mercante.
Terminó el paseo y le pregunté a mi esposo en español, si tenía algún inconveniente de que me tumbara al capitán y los marinos, me respondió, ‘es tu cumpleaños, lo que tu hagas está bien’. En inglés me dirigí al capitán y le dije que se me había antojado que me diera otro ...
... regalo, me contestó que si estaba en sus manos con mucho gusto me complacería.
Sin preámbulos le dije, ‘quiero tener sexo con usted y después con todos los marinos’, abrió los ojos y preguntó cuándo, ‘ahora y aquí en el barco, usted dígame’, volteó buscando la aprobación de mi esposo, como respuesta recibió un OK.
Nos pidió un momento a los pocos minutos regresó, pasamos a la cabina de mando, le informó a mi esposo donde estaban las botellas, los refrescos y el hielo, que no se preocupara por mi que ellos se encargarían de cuidarme, me despedí con un largo beso y dándole las gracias por su permiso.
Ya en la cabina del capitán, mientras él me besaba yo me apresuraba a desbotonar su camisa y pantalón, me subió a su escritorio y suavemente me retiró la tanga, se sentó en su sillón abrió mis piernas e inició una succión en mis labios vaginales exquisita, logré mi primer orgasmo de la noche. Abrió un cajón de su escritorio dejó la prenda que me había quitado y sacó un condón que de inmediato le ayudé a ponérselo, me recostó hacia atrás levantando al mismo tiempo mis piernas, las separó y poco a poco empezó a introducirme su miembro, así estuvimos unos minutos.
Su pene era del tamaño normal por lo que no tuve problemas en recibirlo, subió sus caricias primero a mi abdomen hasta llegar a mis senos, que los estrujaba con cierta brusquedad y con sus dientes me mordía con suavidad mis pezones, poco tiempo después me tomo de la cintura y me levanto sin sacar su miembro de mi ...