Orgía en un barco mercante
Fecha: 04/11/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Frances y Romy, Fuente: CuentoRelatos
Fue un 7 de febrero de hace unos años, me presenté a la oficina de mi esposo ya que iríamos a comer para iniciar la celebración de mi cumpleaños, al acercarme me percaté que se encontraba con un cliente, saludé con un beso en la mejilla a su secretaria al tiempo que le preguntaba si llevaba mucho tiempo ocupado, la secretaria estaba a punto de darme respuesta cuando veo que mi esposo con su mano me pide que pasara.
En inglés me presento como su esposa y este caballero con mucha educación se presenta y halaga a mi esposo por su bella esposa. Le comenta que el motivo de mi presencia se debía a que iríamos a comer para celebrar mi cumpleaños, por cortesía mi esposo lo invitó, pero amablemente nos pide que no hiciéramos cambios de nuestros planes, pero que sería un honor para él invitarnos a cenar, aceptamos con gusto y mi esposo le sugiere al restaurante para tal evento, él se encargaría de la reservación y nos veríamos a las 9 p.m.
En el camino me comentó que se trataba de un capitán de un barco mercante ucraniano y que le había ido a hacer entrega de unos documentos de la carga que estaba en el Puerto de Manzanillo.
Comimos, brindamos y reímos, me pregunto que me había parecido el capitán y sin demora le contesté que si sus ojos fueran boca me hubiesen devorado, que yo me sacrificaría, después de pasar tantos días en alta mar sería un océano de líquidos, intercambiamos algunos otros comentarios que nos hicieron reír, pasé a dejarlo a la oficina y me regresé a ...
... casa.
Eran aproximadamente las 7 cuando me empecé a arreglar, el clima en ese puerto es muy caluroso, por lo que siempre mi ropa es muy ligera y corta, opté por un vestido rojo de tirantes, mis senos son grandes, pero al no llevar brasiere ya que el estilo de vestido no se prestaba, no se veían del tamaño que son por lo que no me preocupaba que el escote fuese muy pronunciado, unos diez centímetros debajo de mis glúteos y zapatillas rojas abiertas con correas, retoque el barniz de mis uñas y me dispuse a esperar a mi marido.
Cuando llegamos el capitán ya nos estaba esperando, a pesar del calor en el exterior del restaurant iba impecable, con un pantalón blanco de algodón, así como su camisa y un blazer cruzado color azul marino, que con su altura de más o menos 1.85 m, el capitán lucia impactante, es un hombre que calculé tendría en ese entonces unos 45 años.
Me recibió con unas rosas rojas y un fuerte abrazo y un beso muy cerca de mis labios, al soltarme hizo una exclamación de agrado diciendo que sin duda era la mexicana más bella que había conocido, haciendo hincapié que había conocido muchas.
Comimos muy ligero, ellos tomaron cerveza y tequila, yo solo vino tinto, insistían en que tomara champagne pero sinceramente el vino tinto me produce una sensación tan especial tan caliente que no lo acepté.
En la plática el capitán me pregunto qué me gustaría que me regalara, la verdad no se me ocurrió nada mejor que decir que quería conocer su barco y de preferencia esa ...