Mi mejor experiencia en Brasil
Fecha: 02/11/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: elgato1976, Fuente: CuentoRelatos
... que sabía bastante bien lo que quería y cómo lograrlo. Y eso quedó demostrado enseguida:
-Te quiero chupar la pija -me dijo mientras me tiraba en la cama boca arriba
Me sentí intimidado, ya que siempre era yo el que proponía el juego y la acción. Que me lo propongan no era normal para mí, pero me dejé llevar. Martu me desabrochó el pantalón, me sacó la ropa con mucha maestría y agarró todo lo que tenía delante de sus ojos. Yo abrí las piernas y dejé que ella se quedara en medio de estas, con mi verga en la mano y su boca a escasos centímetros. Martina empezó a pajearme con paciencia, subiendo y bajando la mano con tranquilidad y sin apuro. Yo sólo quería que se meta todo en la boca y poder disfrutar de esos labios encerrando mi verga.
-Tenés la pija explotada, te gustaría que te la chupe?
-Me estás matando... chupámela...
-Así no. Se pide por favor -me decía mientras me pajeaba con más velocidad a medida que hablaba
-Por favor...
-Por favor qué? -y su ritmo se había puesto frenético
-Por... favor... ahh... chupame la pija...
Se metió la pija en la boca y fue como llegar al paraíso. Anteriormente me habían chupado la pija, por supuesto, pero siempre con lengua y mucha mano, como haciéndome una paja con el glande entre los labios. Martina en cambio me tragó la verga, literalmente, y puso las manos debajo de mi cola para tomarse con fuerza y meterse lo más posible mi carne en su boca.
El calor de esa boca, sumado al arte que tenía para hacer su ...
... tarea, estaba haciendo que estuviera a punto de llenarle la boca de semen. Pero era demasiado pronto, hubiese sido un papelón. Después de 2 minutos de chuparme la pija, le dije que quería retribuir esas caricias. Me incorporé, me quité la remera y le quité el top blanco que cubría sus pechos. No estaba usando corpiño, y cuando saqué la prenda, sus tetas quedaron tan firmes como redondas delante de mis ojos. No tenían la marca de la bikini, lo que denotaba que Martina no había tomado sol con el traje de baño prácticamente nunca. El color dorado de su piel era intenso y uniforme, y resaltaba contra la claridad de sus pezones rosados y suaves, completamente duros por todo ese juego previo.
Con poca experiencia pero mucha calma, le empecé a subir la mini negra que tenía aún puesta. No se opuso a nada, y entonces aproveché para jugar con ella y su diminuta tanga. Mientras llevaba mi boca a uno de sus pezones, mi mano se mudó a su entrepierna, acariciando suavemente la parte interna de sus muslos, que al estar arrodillada en la cama con las piernas completamente abiertas, dejaba mucho campo para acariciar. Su tanga de encaje negra era perfecta para esa situación, y al primer contacto noté que estaba completamente mojada.
Acaricié su vagina suavemente por encima del encaje negro, buscando contactar lo más posible con sus labios y si clítoris. Martina había empezado a gemir, al tiempo que se agarraba fuerte de mi verga, estando los dos arrodillados uno frente a otro, y seguía con ...