Mi mejor experiencia en Brasil
Fecha: 02/11/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: elgato1976, Fuente: CuentoRelatos
... esfínter. De a poco fui metiendo el pulgar en su culo, metiendo un poco y sacando, lubricando de nuevo, y repitiendo tantas veces como fuera necesario. Al final, sentía la presencia del dedo en recto de Martina desde la pija que entraba y salía de su concha.
Sofía agarraba fuerte sus muslos y tenía el cuerpo desarmado en sus movimientos. A juzgar por sus gemidos y jadeos, los gritos e insultos, había tenido varios orgasmos encadenados y no parecía parar. Balbuceaba palabras extrañas y babeaba, los ojos en blanco hacia atrás, completamente transpirada y con el pelo alborotado.
Saqué la verga de esa cueva húmeda y tibia y apunté hacia el culo de Martina
-Noooo... -Gimió- Por favor... me vas a destrozar, es muy grande...
-Te prometo que si te duele, paro
-Es que soy virgen de ahí... esperá... por... favor... -empezaba a apretar los dientes a medida que yo había metido el glande entero en su ano
-Te resulta doloroso?
-siii...
-Salgo?
-No... seguí un poco más
-Esa es mi chica
Empujé un poco, entré unos 3 centímetros más y Martina pegó un grito. Le dolía, era su primera vez y era impensado que no le doliera. La saqué un poco y volví a empujar, esta vez un poco más. Otro grito, más largo e intenso que el anterior
-Estás bien?
-No! me duele!... pero... siento algo raro... no te vayas de ahí...
-No me voy a ningún lado
Se llevó su mano libre a su vagina y empezó a frotarse el clítoris con rapidez. Había dejado de chuparle la concha a ...
... Sofía y sólo hacía torpes movimientos de su mano dentro de su vagina.
-Despacio, por favor... metémela despacio, pero toda, te quiero sentir...
-Si, despacio...
Ese jueguito me estaba matando. Sentir lo estrecho del culo de Martina, su calor, sus dedos jugando con su clítoris y sus gemidos me estaba llevando a un nuevo clímax.
Martina daba grititos cada vez que mis huevos se apoyaban en su vulva, teniendo toda la pija en el culo. Ya no eran completamente de dolor, algo de placer la estaba envolviendo y ella me lo hacía notar.
Martina necesitaba disfrutar eso a fondo, y por eso sacó la mano de la cueva de Sofía, quien dio un pequeño grito de placer y quedó tendida en la cama, exhausta. Martina con ambas manos libres se masturbaba con una y con la otra abría su culo para que yo entre profundamente en ella.
Sofía empezó a levantarse y se colocó de frente a Martina, lamiéndole los pezones y besándola en la boca.
Martina tuvo entonces todos los sentidos puestos en el placer que los dos le estábamos dando. Un orgasmo demoledor la alcanzó y la derrumbó sobre Sofía, que la tomó en sus brazos y no la dejó caer al colchón.
Martina gritaba, lloraba, gemía y jadeaba completamente fuera de sí. Sofía pasó una mano por debajo de la vagina de Martina y fue más allá, llegando a mis huevos. Me los acariciaba con ganas, con lujuria, y yo sentía que no iba a poder contenerme a ese tratamiento.
-Ufff... cómo estás a punto de acabar... se te nota en los huevos, corazón - ...