A mis 39 años he pasado por diversas etapas, y en todas ellas siempre he tenido oportunidad de experimentar cosas nuevas. Algunas no han sido de mi total agrado, pero la gran mayoría me han aportado momentos gratificantes dignos de ser repetidos una y otra vez.
Soy una mujer pequeña. Mido 1.54 y delgada. Dificilmente llego a los 48 kgs. Mi tez es apiñonada y mi cabello es castaño. No me considero alguien de una belleza fuera de serie, me califico a mi misma como una mujer normal. Soy casada, mi marido se llama Mauricio y nos conocimos en la preparatoria. Fue precisamente con él con quien me he adentrado en el mundo del sexo. Siempre hemos sido muy respetuosos el uno con el otro, y gracias a esto tenemos una confianza mutua y una especial apertura a la experimentación. Somos conscientes que solo se vive una vez, y que lo único que puede generar arrepentimiento es dejar de hacer lo que se puede hacer. Esa es nuestra filosofía. Mauricio es un hombre grande, mide 1.88, no es especialmente atlético, digamos que es de conplexión normal. No tiene panza y está muy bien dotado. ¡LO AMO!
Nuestra confianza se fue fortaleciendo con los años. Obviamente hemos ido descubriendo nuesros secretos personales de diversas formas, por ejemplo, ahora se que mi marido tiene diversos gustos.
Somos una pareja que nos gusta ausentarnos de vez en cuando, y para ello nos vamos al motel de nuestra preferncia. Nos recluímos un día entero alejados de todo y de todos. Hemos aprendido a llevar un ...
... completo abastecimiento de productos; comida, tequila, whiskey, chocolates, refrescos, botana etc. Pero lo más importante es nuesto kit de juguetes sexuales que contienen varios dildos, lubricantes, vibradores y otros juguetitos.
En uno de nuestros acostrumbrados retiros sexuales, justo cuando estabamos en la etapa de la cama, Mauricio sacó de nuestra maleta del kit de juguetes un paquete envuelto con un moño.
- Un regalo para ti, espero que te guste.-Me dijo con voz pícara.
Lo abrí inmediatamente, mis manos siempre tiemblan con los regalos, y más cuando son sorpresas. Al retirar la envoltura descubrí un vibrador nuevo, un diseño que no estaba en nuestra colección. ¿Cómo describírlo?, era un consolador de aproximadamente 30 cm que en un extremo tenía la punta, normal, y en el otro una perilla de un tamaño generoso. Al verlo de perfíl mostraba una forma de "L"
-¿Y esto? ¿cómo funciona? - pregunte con cara de "what"
-¿Te gusta? - me pregunto mi marido
-Pues si, siempre me gustan los regalos, pero explicamelo.
-¡Muy bien!, mira- explicaba- es un dildo que tiene doble función; darte placer a ti, y a tu pareja.
-¿Cómo es eso? -ya veía venir la propuesta de Mauricio
Tomo el juguete y lo lubrico muy bien. Después me indico que me arrodillara sobre la cama manteniendo mi epalda recta, que separara mis piernas e introdujo la perilla que el dildo tenia en el extremo dentro de mi vagina. Obviamente emití en ligero gemido, pues el artilugio estaba diseñado para ...