... debo tener mal”
- “Tranquilo, todavía no he compartido la imagen. A ver ahora”, me dice con tono tranquilo.
Patricia aparece en la pantalla. Radiante, con su simpática expresión y su agradable sonrisa. Me gustan sus ojos color café, su pelo oscuro y sobre todo su boca jugosa a la que acercaría la mía para bebérmela toda.
Tras hacer los ajustes en el equipo correspondientes ya estamos uno frente al otro a través de la pantalla. ¿Qué bonita se me mi amiga Patricia, que natural…me encanta verla en la intimidad de la habitación, a solas y siendo cómplices de nuestra travesura.
Tras unos momentos de tanteo, mi amiga toma la iniciativa (en estos momentos me gusta que sea ella la que vaya abriendo el juego).
- “Que te parecen mis bubis… ahora no tengo el suje… y se mantienen bien tiesas. Hace un rato mientras estábamos en el salón se te iban los ojos…me he dado cuenta y me has hecho sentir deseada”. “Te los ponía bien a la vista sin que te dieras cuenta…jeje...te has puesto ciego”.
- “si que me gustan… me encantan…me las imagino botando, y me pongo malo.
- “Quieres verlas?
- “Uhmmm, siiii…¡que guarrilla te pones”
La siguiente imagen que aparece en pantalla es la mano de Patricia moviendo la posición de la pantalla del laptop para que la cámara quede enfocada sobre sus pechos. Los rodea con sus manos, se los acaricia y con la punta de los dedos coge la punta del pezón para estirarlo con cuidado. ¡Que cosa ...
... tan rica!
- “se me hace la boca agua”. “me gusta mojar los bollos en la leche, metérmelos en la boca y dejar que liquido me chorree por la barbilla”, “y esas tetas tuyas... uhmm! como me ponen”
- “y que me dices si te digo que tengo algo mucho más jugoso para ti?”, me dice Patricia para desatar aún más mi pasión.
- “Cómo te gusta jugar conmigo…me encanta descubrir esa putilla que llevas dentro”. “La mujer comedida y seria, se está convirtiendo en una guarrilla que me sabe poner a cien.
- “y tú que haces por mi…yo también quiero comer un poco de fruta…quizás tengas algo que darme para saciar mi hambre…tú tienes algo por ahí para compartir?”
- “me apetece mucho comer algo jugoso, con consistencia, que me pueda entretener un buen rato” añade con una normalidad que me estimula.
Miro hacia mi entrepierna y veo que hay algo que reúne los requisitos y que estoy deseando ponerlo a su alcance.
- “te das cuenta la hora que es?”.
- “si… son las 11:30…se me pasado el tiempo volando”
- “Que te parece si tu traes lo que tengas para comer y yo preparo la mesa aquí en mi habitación?”
- “Apuesto a que ahora no hay nadie por los pasillos”.
- “Bien, bajo enseguida. Me llevo también un botellín de buen vino para brindar y para mojarnos bien los labios”
- “ya estas tardando… te espero…ven…no vas a necesitar pijama”
- “Uhmmm…¡Cómo eres!”, digo justo antes de bajar la tapa del laptop y lanzarme escaleras abajo.