1. Mi experiencia cuckold


    Fecha: 13/10/2022, Categorías: Intercambios Autor: toulouse, Fuente: RelatosEróticos

    ... moviera. Ella empezó a arquear la espalda de forma brusca mientras no paraba de resoplar y repetir “
    
    ¡Que pollón!
    
    ” cada vez lo hacía con más ímpetu, al igual que sus movimientos que terminaron siendo golpes secos de su cuerpo contra el mio. Sus glúteos chocando contra mis piernas y resonando en esa habitación junto a su respiración agitada y sus palabras. Luego me hizo la batidora, eso fue indescriptible, nunca había visto alguien con tanta energía.
    
    Fatigada me pregunto si me importaba que su marido mirase. Le contesté que para nada. Ella le llamó de un grito. Él empujó un poco la puerta y asomó la cabeza con cara inexpresiva. Ella se giró y se puso por el otro lado de la cama para poder verlo mientras yo le daba. Su coño era increíble, en el tiempo de cambiarnos de posición, su vagina ya se había cerrado otra vez e inundado. Cambió hasta el sonido del sexo, pasó de sonido seco de su culo chocando contra mi, al húmedo de su vagina recibiendo. Mi secreto para follarla era intercalar series de penetraciones cortas y rápidas con penetraciones profundas y bruscas.
    
    A mi no me afectó lo más mínimo que su marido estuviera mirando discretamente, pero para ella era sin duda fue lo más excitante. Por unos instantes parecía que se olvidaba de mi y yo era un objeto. Solo sabía gemir y hablar con su marido ...
    ... más o menos así:
    
    “
    
    ¡Ooohh!… ¡Como me folla! Esto si que es una polla.. uffff… ufff.. me revienta… ufff… uffff.. Esto si es un tío de verdad, Alfredo (no es el nombre real del marido). ¡AAhh! ¡Quiero más! ¡Más!.. ufff ¡maaaas!… no pares hasta que me corraa.. mmm.. ¡DIOS! ¡Me corroo!…..¡Clávala profunda y no la saques por DIOOOSSSS!
    
    ”
    
    Justo según pedía que se la metiera hasta el fondo, yo ya estaba muy excitado y también cansado de estar tanto rato follándola duro. Era una tía con un aguante increíble. Cuando paré y se la dejé dentro, era una sensación brutal. sentí como le palpitaba por dentro todo. Bajé la mirada y su ano no dejaba de moverse y contraerse. De repente sentí como su coño me apretaba intentando sacar la polla de ahí. Me agarré a sus caderas y comencé a hacer fuerza para evitar que se le saliera. Ella estaba en pleno orgasmo gritando, soplando y en la medida que podía narrando lo que ocurría. Incluso humillando a su marido llamándole cornudo y pichafloja.
    
    Mi corrida al final fue lo de menos comparado con ella. Sin dejar de follarla me corrí follándola en el condón. Lo único más llamativo fue que según le saqué la polla, ella estuvo atenta a quitarme el condón sin que se saliera el semen. Todo para dárselo al cornudo y que fuera él, quién se lo pusiera por la cara y se relamiera. 
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