Fecha: 30/09/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Alcalde Orgasmo, Fuente: CuentoRelatos
Mi novia y yo caminábamos por aquella vereda acompañados de varios de sus amigos. Ese fin de semana decidieron pasarlo de campamento, casi a manera de despedida, pues estaba a punto de graduarse de la universidad.
Yo aunque ya llevaba un par de años egresado me llevo muy bien con la mayoría, suelo acompañarla a fiestas y reuniones, en esta ocasión, acudimos 3 parejas, además de 2 chicos que toda la vida fueron exploradores y se ofrecieron a ser nuestros guías.
Llevábamos un par de horas de caminata, la idea era llegar a un acampado intermedio antes del anochecer para partir muy temprano hacia la cima de la montaña. Los varones íbamos cargados con mochilas, casas de campaña y todo el menester, en tanto las 3 chicas iban delante de nosotros.
Mi novia es muy bella, no muy alta, con unas bonitas nalgas, piernas bien torneadas, y unos senos firmes que se complementan con unos grandes y expresivos ojos. Sin embargo, yo no podía apartar la vista de su amiga Laura. Desde que iniciamos la caminata me hipnotizaba con su caminar, su gran y firme trasero en un ajustadísimo short permitía observar sus largas piernas, además venía usando un top de manta amarrado al centro que parecía que en cada paso desbordaban sus senos, grandes, redondos.
Trataba de ser discreto ya que su novio Carlos venía a mi lado, y aunque ella y él eran como de la onda hippie liberal, tampoco tenía planeado meterme en problemas con mi novia. Aunque el cansancio nos comenzaba a pesar y comenzaba a ...
... anochecer, todos estábamos entusiasmados por llegar acampar y comenzar la fiesta ya que además íbamos equipados con mucha cerveza, brandy, tequila y mucha comida.
Desde que salimos de la ciudad, Carlos parecía no traer buen semblante, se le notaba algo resfriado, sin embargo estaba seguro que en el transcurso del día se sentiría mejor, situación que no sucedió, ya que después de varias horas de caminata, se le veía exhausto, sofocado y mucho más resfriado.
Al llegar a la zona donde acamparíamos, nuestros amigos Beto e Isaac nos sugirieron varios lugares para recolectar troncos y varas secas para encender el fuego, por lo que organizados en parejas recorrimos la zona en búsqueda del encargo. Mi novia y yo caminamos campo abajo a una zona arbolada que nos habían señalado y comenzamos a recolectar todo lo que consideramos útil para la fogata. En tanto jugueteábamos, nos besábamos y tocábamos. Yo estaba muy encendido después de varias horas de estar viendo el culo de Laura, por lo que en algún momento tomé de la cintura a mi novia, la aparté hacía un árbol y comencé a acariciar su trasero, sus piernas y a besarla compulsivamente. Ella se calentó de inmediato, pero cuando quise meter mano en su entre pierna, me detuvo en seco.
-No, tienes las manos sucias, espera a más al rato- Me dijo mientras retiraba mi mano, soltaba las varas y troncos y se arrodillaba frente a mi.
Me desabotonó con buena agilidad mis pantalones, los bajó junto a mi ropa interior, tomando con la boca mi ...