... voz totalmente ronca.
—¡Me duele mucho! ¡Sácalo por favor! —le digo con lágrimas corriendo mis mejillas.
—Relate, ya casi está adentro —y tenía razón, solo unos centímetros más y sentí sus huevos chocar con mi puchita. Me dolía pero me sentía llena, era una sensación difícil de explicar.
—Te voy a coger como la puta que eres y vas a gritar —me dijo diciéndome que haría y lo último lo tome como una orden.
—Si papito, pero se amable con tu putita —le dije recargándome en él buscando un poco de soporte.
—Siempre, mi putita —me dijo cuándo empezó a hacer un vaivén suave en lo que yo me acoplaba a semejante verga, sentía como entraba y lo sacaba hasta casi la punta y lo volvía a meter.
—Estas tan apretada —me decía en medio de gruñidos.
—¡Ahhh! —ya no gritaba de dolor si no de placer, lo cual me impulso a tocarme para sentir más placer.
—La perrita esta lista para lo siguiente ¿Verdad? —me dijo al oído.
—Si —fue lo único que atine a decir, ya que yo estaba disfrutando a lo máximo.
—Haber cabrones quien quiere romperle el coñito —dijo Él mientras empezaba a empotrarme más fuerte. El primero en tomar turno fue Iván que me la metió sin piedad, mis dos hoyitos estaban al máximo, llenos por dos vergas que me daban duro y sin miramientos.
—¿Esto es lo que querías? ¿Verdad putita?, desde que te vi en la calle viendo la cartelera sabía que te rompería el coñito a puto vergazo —me decía mientras me la metía sin piedad.
—¿Te gusta cómo te está cogiendo ...
... ese desconocido? —me decía Él mientras se movía al par que Iván.
—Sí y mucho ¡Mas por favor! —les suplicaba llena de placer, estaba a punto de venirme.
—¡Huy! La zorrita se va a venir siento como me succiona la verga —dice Ivan al aire y aumenta su arremetidas, estoy a punto de venirme cuando él lo hace primero, me saca su verga y siento como va saliendo su lechita de mi coñito.
—Nooo —es lo único que digo casi llorando, no puede ser posible que me deje así, como consuelo me muevo más rápido en la verga que tengo en mi culito, pero no es lo mismo.
—Que cruel eres, mira como la putita busca verga —le dice Él a Iván, lo cual le hace reír.
—Ni te quejes preciosura tienes aún muchas vergas que comer putita —me dice mientras se sube el pantalón.
—Eres toda un putita, espero volverte a ver de nuevo —me da un beso, el cual me mete su lengua hasta la garganta lo cual yo aprovecho para mamársela como si fuera una verga, enserio necesito venirme y solo me están haciendo sufrir; solo salen lloriqueos de mi boca, Iván se separa y solo ahora nos une un hilo de saliva.
—Hasta luego putita —me da un beso en la frente, hace un además y se despide de Él.
—Sírvanse caballeros yo me retiro. Adiós Ely —es lo último que dijo antes de marcharse.
—Ya lo escucharon ¿Quién sigue? —dijo Él aun si salirse de mi culito.
Después de que se fuera Iván, me metieron la verga, me llenaron el coño de lechita al grado que se derramaba cada vez que me empotraban, me dieron a mamar ...