Sandra se mostraba contenta, era simplemente una combinación de júbilo y alivio por terminar por fin un semestre más en el instituto donde ella se preparaba académicamente, aunque se había atrasado un año, pero aun así era feliz por haber culminado el semestre con buenas notas en los exámenes finales, lo cual le permitiría aspirar a tener buenos trabajos en un futuro no muy lejano.
De vuelta en el instituto Sandra se encontraba sola ya que su única amiga de verdad había culminado su ciclo estudiantil el año anterior para marcharse a seguir estudios en otro país, teniendo que dejar atrás a Sandra pero sin terminar su amistad. Al principio les fue un poco difícil escribirse y con el tiempo y por culpa de la carga de las materias tuvieron que terminar esa comunicación y dedicarse solo a cumplir con sus tareas escolares.
Algo que aliviaba a Sandra era que ya no tendría que verles las caras a esos molestos compañeros de clase que solo se divertían molestando a Sandra por su manera de actuar y su vestimenta, ya que no era de la misma calidad que la de ellos por ser su calidad de vida distinta a la de los demás. Para Sandra fue todo un placer dejar atrás a ese conjunto de personas basura.
La mamá de Sandra preparaba la comida de ese día mientras que esperaba a que llegara del instituto Sandra, so otra hija y su marido del trabajo por supuesto. La mujer se tomó unos momentos interrumpiendo la elaboración de la comida de ese día cuando vio que su hija llegaba a casa feliz de ...
... haber terminado ese semestre con excelente promedio, lo cual a su madre le dio gusto y le felicito por su gran esfuerzo y lograr tan buenas calificaciones. La mamá permitió que su hija dejara sus útiles en su lugar para después felicitarle ampliamente. Sandra agradeció la felicitación y después dijo “voy a darme un baño de tina caliente y descansar antes de la cena.
Después de haber transcurrido más o menos una hora, Sandra salió de la tina totalmente relajada para ponerse solo lencería y una bata ligera que le permitía estar con mayor comodidad en casa, pero no sin antes pasar a ver su cuerpo del cual se sentía orgullosa y como toda chica gustaba de ser muy vanidosa, ya que solo pasaba al espejo para ver su hermosura. Algo en lo que a Sandra provocaba una vanidad extrema eran sus pechos, su trasero y su zona más íntima.
Apenas terminó de abrocharse se bata escuchó como se abría la puerta principal de la casa, se asomó y noto que era su padre y desde su habitación le dijo en voz alta “HOLA PAPÁ”, pero este tal pareciera se perdiera en la distancia ya que su papá no le respondió. Sandra se encaminó para saludarle nuevamente pero se quedó sin saber que decir cuando a medio camino vio que su papá se sentaba en la sala estando abatido diciendo que había sido el ganador de un recorte de personal y que a su edad sería complicado buscar otro empleo.
Sandra se acercó a su padre diciéndole “papá, aquí no ha pasado nada, basta con ajustarnos a nuestra realidad, yo te ayudaré ...