... ansiosos y me dejo caer sobre un sillón y el cayó encima comiéndome a besos, me tenía toda desabrochada y a los tirones termino por sacarme la ropa, yo por mi parte desabroche su pantalón y toque por fin ese pene duro y hermoso, pensaba para mis adentros en el pedazo que me comería.
Fui directo al grano y me puse a chupar es miembro como loca, sentía que llegaba hasta el fondo de mi garganta e iba sintiendo como un sabor a semen en mi boca, él me tomaba del pelo y trataba de contenerme, busque sus testículos con mi boca y pase mi lengua con la intención de quedarme con su olor a macho, don marcos se retorcía tenía su verga durísima, yo no podía aguantarme y como ya hacía rato que estaba sin calzones, como que pegue un salto sobre el caballero y torpemente trate de pegarle un sentón, pero él no sé de donde saco un condón se lo puso y luego se dejó querer, y sí, me ensarte de una en su pene, yo estaba chorreando líquidos hacía rato y solo quería sentirlo adentro, sentía que tenía el control de todo, se sentía delicioso, a la vez que parecía que me rompería algo, como que llegaba al tope con sus por lo menos 20 cm.
Empecé a cabalgar a Don Marcos, sentía como mis nalgas se azotaban sobre su cuerpo y el sonido aquel como de aplauso me excitaba más, lo abrazaba y besaba y el respondía besándome las tetas, el cuello, en un momento el me agarró fuerte de la cintura y logró sacarme de encima y me reclamo que si yo pensaba terminar todo tan rápido, y la verdad es que sentía tanto ...
... deseo de ese macho que no me podía contener, me puso de espaldas sobre el sillón y se puso sobre mí, deje de tener el control, pero sentirme dominada me hacía llegar más alto aún, tocaba con mis manos su pecho y besaba su vellos, el me penetro en esa posición mientras buscaba mi boca con la suya, yo solo me la quería comer, estaba tan excitada que acabé casi en silencio no quería que él se diera cuenta ya que yo no quería darle tregua y seguí moviéndome para que el siguiera su mete saca, subió mis piernas en sus hombros y ahí sí que sentí que don Marcos me tenía ensartada hasta el fondo, me miraba a los ojos mientras me la metía y de repente empezó a bombear más y más fuerte y respirar como un toro.
Yo seguía poseída y sin la capacidad de moverme, solo recibir esas embestidas que en algún momento me parecieron brutales, me puso de costado y el por atrás metiéndomelo, todo, pero todo… era un manjar para mí, pensé que iba a terminar así, pero decidió ponerme en cuatro patas y yo estaba otra vez a punto de acabar, me lo mete en esa posición y mientras el bombeaba yo mecía el culo, me dijo que ese movimiento circular que hacía con mi trasero lo volvía loco, (esa era la idea),el me apretaba las nalgas se sentía delicioso, de pronto don Marcos no pudo más acabó en un gran suspiro y yo en una andanada de gemidos, fueron unos segundos creo yo en que todo quedó en negro…
Fue delicioso, quedamos rendidos, el tendido encima mío por unos instantes, nos calmamos y después de un par ...