Fecha: 21/09/2022,
Categorías:
Sexo Interracial
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
... el me pregunto:
Juan: Uhm, ¿quieres que te penetre ya?
C: ¡Si!!! Métemela, por favor!
Y sin darme chance de nada me la metió toda. Sentí que explotaba en mil pedazos, era excitante, me tomaba por las caderas y entraba y salía de mí con un ritmo frenético.
Yo gritaba mientras mis orgasmos estallaban cual fuegos artificiales… mi garganta expresaba con los gritos y los gemidos, era agónico tanto placer.
C: ¡Ah!! ¡Si, así, dame rico, uhm!!
Juan: ¡Uhm, eso mami, goza!!!
C: Si, ¡agh!!
Sentía como me golpeaba mi útero, mis piernas se desvanecían, el negro me estaba cogiendo riquísimo.
Su enorme pene me estaba destrozando. De repente salió de mí, y me giro y me dijo:
Juan: ¡Serás mi perra!
Me puso en cuatro y me lo metió poco a poco, sentí cada centímetro de su verga, me tomó por las caderas y entraba y salía de mí.
C: ¡Ah, dios mío!
Juan: ¡Si, que ricas nalgas, uhm!!
C: ¡Más, dame más!!
Juan: ¡Eso perra, ladra!!
C: ¡Ah, sí, uhm!!
Juan: ¡Que perrita tan rica eres!!
Sentí una palmada en las nalgas, eso me hizo arder de locura, me estaba cogiendo intensamente y me jalaba el cabello y daba de nalgadas sin cesar.
Apretaba mis nalgas, pellizcaba mis pezones estaba delirando entre sus manos, él ...
... era muy bueno en esto, pese a que yo era muy joven, ya había tenido experiencias y con él en ese momento era la mejor.
Salió de mí, se acostó en la cama y me dijo:
Juan: ¡Chúpamela!!!
Obedecí y comencé a chupársela, saboreaba sus jugos y los míos, acariciaba y lamia sus bolas, eso lo excitaba mucho y quise ir más allá, comencé a lamerle el culo y explotó de excitación… que erección más brutal tenia, quería sentirla… me subí sobre él y comencé a cabalgarlo, movía mis caderas con locura, el me acariciaba y apretaba las nalgas… mordía mis pezones, me tomaba de la cintura y me empujaba hasta el fondo, yo era su perra.
C: ¡Ah!!! ¡Sí que rico, uhm que rico!
Juan: ¡Muévete, uhm!!
C: ¡Que verga más rica!!
Juan: Cindy, mi amor!
Sentí su fuerza en mis caderas y comenzó a acabar, era un torrente ardiente, su semen inundaba todo mi interior, yo gozaba el orgasmo.
Caí, exhausta en su pecho y nos dormimos, en la mañana me despertó con su verga en mi cara, se la chupé hasta que me dio de su leche. Nos duchamos y en el baño me cogió pegada a la pared de la ducha dejándome temblorosa las piernas y luego me llevo a casa.
A partir de ahí tuve muchas noches ricas con él y hoy las recuerdo con mucha excitación.
Con cariño, Cindy