... pre-adulto, que una mujer te acaricie los huevos tiene sus consecuencias... Empecé a sentir que se me estaba poniendo dura, así que cerré los ojos en busca de algún pensamiento asqueroso para poder bajar la erección.
Mi mayor sorpresa fue cuando sentí que me quitaron la toalla y me agarraron la verga, abrí los ojos atónitamente y mire a mi madre que tenía la vista perdida en mi verga.
M: Pe... Perdón…
No supe que responder, solo la mire.
M: Es que vi la silueta bajo la toalla y pues, me tentó... Al termino de decir eso, comenzó un lento sube y baja en mi verga, no lo podía creer mi madre me estaba haciendo una autentica paja.
Aun congelado por la situación, mis ojos se desviaron a sus tetas, que empezaban a moverse al ritmo de su brazo, al darse cuenta de esto mi madre.
M: Que pasa hijo? Te gustan las tetas de mama?
Seguía sin poder soltar una sola palabra, no sabía si estaba soñando o era real, aunque claramente era real.
M: ¿Hace cuantos años trabajo como masajista? ¿Recuerdas?
N: N... No mama, pero por lo menos unos 5.
M: 8, hijito, y sabes que esto es parte de mi trabajo? He masturbado a un sin fin de hombres, ya ni recuerdo cuantas vergas pasaron entre mis manos -me dijo entre risas tímidas.
Que mi madre se me estuviera confesando de que en su trabajo pajeaba a desconocidos me provoco un morbo enorme, tanto así que se me puso más dura y ella lo noto.
M: Mmm parece que te gusta lo que te dice mama, no? Esto está mal, pero la tenés muy ...
... grande y la tentación fue más fuerte que mi moral.
N: Si, me gustan tus tetas, por la pregunta de antes -le dije algo tímido, sin dejar de ver como su mano recorría mi verga con el amor que solamente una madre podría hacerlo.
Se rio, me soltó la verga y se quitó la remera.
M: Así seguro que te gusta más hijito.
Volvió a agarrármela y esta vez comenzó una paja violenta, como las que seguro les hacía a sus clientes.
No podía dejar de ver sus tetas, que ahora libres, se sacudían para todos lados debido a la velocidad con la que me pajeaba.
N: Ma… Mama estoy por venirme, no voy a aguantar mucho más.
M: Oh hijito, espera.
Me soltó la verga, se arrodillo junto a mi cama y me pidió que me pusiera de pie frente a ella.
M: Pajéate, sigue tu la paja, quiero ver como mi hijo se pajea.
Empecé una paja veloz, a un ritmo que nunca antes había tenido, sentía que explotaba.
N: Aaa aaa mama estoy por venirme, aaa
M: Si, vente mi bebe, dame tu lechita, damela
N: Siii, quiero dártela aa a aa
M: Si hijito, suéltala, dame tu leche, vamos, dásela a tu mam...
No termino su frase porque explote en una venida como nunca había tenido, mire a mi madre mientras me corría; su cara, boca y pechos no paraban de recibir numerosas y contundentes descargas de semen que no paraban de salir de mi verga, fue tanto el placer que al terminar me deje caer hacia atrás sobre mi cama con los ojos cerrados mientras mi verga daba sus últimos estamos sobre mi abdomen y soltaba ...