... faltar mi erección y satisfacer nuestros deseos frenéticamente, una vez fuimos a una expo donde ella llevaba una falda larga y una blusa como suéter, pero no traía ropa interior solo se ponía ligueros con medias que le compre y sus senos firmes no necesitaba sostén, en el estacionamiento la desnude junto al auto con la puerta abierta y ahí mismo nos dimos una atascada sabrosa.
Eran como las seis de la tarde y el estacionamiento estaba un poco oscuro era el tercer piso y comenzamos yo solo con los pantalones abajo, se quitó su blusa por delante pues tenía botones y su falda cayó al piso, y era una escena hermosa, me aleje un poco para apreciarla era como una pintura artística, en la poca claridad, se veía como una diosa griega, erótica, sensual, bella, pero ansiosa de ser poseída y penetrada.
La comencé a besar suavemente y acariciar su cuerpo desnudo ella estaba de pie y me ofrecía un espectáculo maravilloso, al besar todo su cuerpo pasaba más por sus zonas eróticas y me detenía a darle chupadas más tiempo, ella estaba que se escurría de ganas y mientras yo llegaba a ese hermoso vello púbico y comenzaba a mamarle su deliciosos labios inferiores y meter mi lengua hasta donde podía en su vagina empapada y mi cara llena de líquido vaginal que me dejaba la cara muy suavecita, fue muy agradable esa sensación de tersura y suavidad que deja su liquido vaginal en mis mejillas cuando explotaba en sus orgasmos.
Ella levantaba la pierna para ofrecerme su cavidad caliente y ...
... jugosa lista para ser ensartada, se abrazaba con sus piernas a mi cuello y a mi cintura al poseerla y brincaba sobre mi mientras sus brazos en mi cuello y mi miembro al máximo era clavada y gemía y gemía de placer, tenía orgasmos seguidos y sentía como se contraía su vagina sobre mi pene erecto y sin parar más que para que ella reanudara su acción, sentía la contracción de su cavidad vaginal cada vez que llegaba al clímax y eso me excitaba y me hacía derramar mi semen dentro de ella y lo sacaba escurriendo, para que ella lo lamiera exprimiéndome hasta la última gota de mi semen en sus labios.
Hincada lo colocaba sobre sus senos lamiéndolo suavemente de abajo arriba, lograba que se le levantara mientras lo ponía entre sus pechos, y lo masturbaba, se sentó sobre el cofre y me ofreció su húmeda vagina abierta para volver a dar mis embestidas y terminar de nuevo, entramos al auto y descansamos sudorosos y desnudos de tanta actividad sexual mientras nos besábamos diciendo cosas amorosas, pues no era vulgar me decía que estaba yo desperdiciado por mi mujer pues ella es muy fría y si me va bien una vez al mes tenemos relaciones (ahora menos).
Mientras con ella más de tres veces al día, en la mañana cuando iba por ella a su casa, a medio día cuando salíamos a comer y en la noche cuando la regresaba sin contar con los ratos en que estábamos solos en la oficina.
Fueron así 4 años de placer sexual bien aprovechados ahora yo sigo desperdiciado pues eso fue hace muchos años… por eso ...