Pasaron precisamente 2 años desde aquella vez en donde junto a un amigo nos "aprovechamos" de mí hermana, pues le dimos una pastilla para el sueño y algo más para así dejarla dormida y aturdida. Actualmente ella tiene 26 años y yo 20, en este lapso de tiempo no pasó nada entre los dos, ella sigue con el mismo novio, en cambio yo tuve más de una aventura, algunas dignas para crear otro relato morboso.
Por tema de estudios y trabajo me distancié de ella por un tiempo, me fui de la ciudad y no volví en un buen tiempo. Cuando volví, lo hice ya con mucha experiencia en mí, había estado con varias mujeres durante este tiempo, pero ninguna para formar algo oficial. La primera noche que pasé ya de vuelta, sólo pensaba en aquella noche dónde nos habíamos aprovechado de mí hermana, y las ganas de volver a intentarlo, pero esta vez yo sólo. Pasaron los días y esas ganas no se desvanecían, es más aumentaban, por las noches me masturbaba pensando en eso.
Ésta vez sería más complicado estar sólo con ella, no habían instancias.
Pasaron dos semanas y el destino conspiró a mí favor, me llamó pidiéndome que fuera a pasar el día y sí era posible también pasar la noche con ella, su novio se iba a una capacitación a la capital por dos días y no le gustaba quedarse sola en casa.
Preparé mis cosas cómo la ropa y eso, y también las sagradas pastillas qué serían las estrellas de la noche.
El día de la verdad llegó, lo pasé con ella, todo estuvo estupendo. Nos pusimos al corriente de ...
... todo lo qué había pasado con ella cuándo no estuve. La bendita noche hizo presencia, yo dormiría en el dormitorio de al lado. Pero tenía un problema, cómo le iba a dar las pastillas? Con qué pretexto? Necesitaba inventarme algo rápido antes de que nos fuésemos a dormir. Algo convincente.
-Hermana te pasa también que te cuesta dormir o qué duermes mal? -le dije.
-Sí -me respondió sin dudar.
-Es problema de familia, sufrí mucho los primeros días en el hotel -le dije.
-Y qué hiciste? -preguntó.
Le conté al psiquiatra de la empresa mí problema y me recetó unos medicamentos para dormir…
-así luego dormía cómo bebé -le respondí-quieres probarlos? No tienen contraindicaciones ni nada, traje unos cuantos, si te van bien te los doy.
-Déjame probarlos, he estado durmiendo pésimo últimamente -respondió a lo que me sorprendí, mí plan iba viento en popa.
Le di la pastilla para dormir junto a otra pastilla que al mezclarse con la primera generaba una reacción de aturdimiento, pero mis deseos de gozar eran tan fuertes que le di 3, la pastilla para el sueño y dos de las otras para apurar el proceso y para tenerla dormida por más tiempo, pero no sabía por cuánto.
Pasada la hora en qué se fue a acostar, me levanté a ver sí ya estaba más que dormida, entré en su habitación y la fui a mover tratando de despertarla, no lo hizo, por un momento me asusté al pensar que había sido mucho, la oí respirar normal y eso me tranquilizó.
Manos a la obra, estaba caliente, debo ...