... hombre estás en confianza-por suerte el tema cambió y pudieron estar un rato hablando.
Pero había algo raro.
-Mi hermana no viene, ¿le habrá pasado algo?-pregunto este preocupado.
Tamara y Max fueron a buscarla mientras Raquel vigilaba sus cosas, miraron por todos lados y la encontraron siendo acosada por dos chicos mucho más grandes que Max. Estaban en una zona bastante apartada.
-¿Qué hacen esos dos?-Max apretaba los puños.
-Espera...
Ambos vieron como Karen era desnudada a la fuerza y la obligaron a succionar aquellas pollas, no habían tardado nada en bajarse los bañadores.
-¡Eh, vosotros, dejad a mi hermana!-grito enojado.
Los dos se separaron de ella y le pegaron un guantazo tirándola al suelo. Al darse la vuelta, sus grandes pollas en erección eran impresionantes.
-¿Acaso quieres que te demos una puta paliza?-pregunto el más grande.
Él intento ir hasta su hermana cuando recibió un par de golpes, había sido extremadamente rápidos, cayo al suelo escupiendo sangre.
-Eh, dejad a ese chico en paz-Tamara salió aunque asustada.
-Oh dios, mira esa chica, podemos darle lo suyo-dijo el pequeño de ellos.
-Si...ya lo creo...-contesto acariciando su polla.
Dieron un par de pasos confiados pero se detuvieron, sus piernas comenzaron a temblar y su mirada era ya seria. Tamara vio que Karen se había acercado y los tenía agarrados por las pelotas, no obstante, sus virilidades aún apuntaban al cielo.
-Un paso más y se pueden despedir de ...
... ellas-dijo con una sonrisa.
-Maldita zorra, suelta mis huevos-gruño.
-Eso, seguro que te ha gustado chuparlos.
Ella al escuchar aquello retorció ligeramente la bolsa escrotal haciendo que el miedo recorriera su espalda.
-¿Acaso no temen a ser castrados?.
Max se pudo poner en pie y al ver la escena, se retiro un poco antes de que su hermana hiciera aquello. Vio como estiro los escrotos hasta abajo y con fuerza ante el grito de los jóvenes que cayeron redondos al suelo.
Karen se sacudió las manos tras la faena, les dio la vuelta quedando boca arriba e inconscientes.
-Asquerosos-escupió a un lado, aún tenía el sabor de aquellas pollas en su boca.
Las pollas se habían retraído y perdido la dureza y tamaño. En cambio, sus huevos estaban tan grandes que parecían pelotas de tenis.
-¡Hermana!-Max fue hasta ella y le dio un gran abrazo. Luego se echo a llorar. En ese momento, su hermana comprendió lo mucho que este le quería.
-Vamos, Raquel se encargará de esto-dijo mientras se separaba de su hermano.
-¿Raquel?.
-Digamos que es mejor no meterse con ella o en este caso, odia a los acosadores-dijo Tamara.
Cuando regresaron le contaron todo a la joven que enseguida se marcho con su bolso y dando pasos agigantados.
-Bueno, voy a tumbarme un poco-dijo Karen mientras se colocaba en la tumbona.
Tamara y Max se fueron al agua, estuvieron jugando durante un rato. En uno de los descansos y apoyados en el borde de la piscina.
-Has sido valiente.
-Pero ...