Fecha: 14/09/2022,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
Hablando de la universidad, recordé a mi viejo profesor de literatura, su nombre es Miguel, él era un hombre maduro, pero se veía muy bien, la verdad me gustaba mucho y a veces me daba a entender que yo le gustaba.
Como yo no tenía ninguna relación, no dudaba en coquetearle e intercambiar miradas fuertes con él, a veces platicábamos y me tomaba la mano, aunque a veces él era muy serio, pero bueno poco a poco comenzó a formarse la situación.
Una tarde sin imaginarlo le dije que estaba mal en su materia y que iba a necesitar que me ayudara porque si no iba a reprobar el semestre y si eso pasaba en mi casa me iban a matar.
Para no hacer más larga la historia él aceptó ir a mi casa y darme clases, mis padres y mi hermano se encontraban ese día en casa, mi hermano con su novia, que aquí entre nos se me hace muy bonita y me gusta, y mis padres viendo el televisor.
Llegó el profesor Miguel, Mickey como yo le digo, y lo saludé, como si nada yo me había vestido con una minifalda muy corta y mi blusa tenía un escote muy pronunciado, casi dejaba ver mis pechos completos, él se sentó en el comedor y le ofrecí una taza de café, en ese momento mis padres dijeron que ellos irían al cine para dejarnos estudiar, mi hermano también iba a salir con su novia, lo que a mí me pareció genial, ya que entonces si iba a poder hacer lo que yo me había propuesto.
M: En que vas mal, ¡a ver cuéntame!
K: Pues mire, ¡no entiendo esto!
Empezamos a estudiar y yo como si nada me senté al ...
... lado del como para entender mejor sus explicaciones.
Él un poco nervioso se alejaba, pero luego se volvía a acercar a mí, en una de esas a él se le cayó un libro y al momento que él se agachó yo también me agaché y se quedó mirando a mi escote, con unos ojotes de que le habían gustado mis pechos luego, luego se incorporó como si no hubiera pasado nada, en ese momento me senté y me acerqué más a él.
Con un movimiento discreto empecé a rozar mi pierna con su pierna y él ya no se apartó de mí, poco a poco fui poniendo mi mano en su pierna y empecé a subirla y bajarla, sin llegar a tocar su miembro lo que a él no le incomodo, al contrario, creo que le agrado, el también poco a poco empezaba a acariciarme las piernas, ¡lo que a mí me empezó a excitar!
Con discreción me acerqué a su cuello, ¡como para olerlo y empecé a besarlo suavemente él empezó a disfrutar y poco a poco volteó su cara para que yo le besara los labios en lo que él seguía acariciando mis piernas suavemente y ya casi a punto de llegar a mi vagina que estaba ya algo húmeda!
K: ¡Que rico huele profe, uhm!
M: ¡Que sagaz eres!
Él me besaba como nadie lo había hecho nunca, metía su lengua en mi boca y empezaba a moverla como si estuviera besando mi vagina, eso a mí me prendía cada vez más, yo de rodillas en el sillón, hacia movimientos como si lo estuviera cabalgando, arriba y abajo, ¡Para que sus manos fueran subiendo más y más para que él me tocara las nalgas!
¡Sus manos llegaron a mis nalgas las ...