Fecha: 13/09/2022,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: aleperez, Fuente: CuentoRelatos
... sus piernas, quedando nuestros sexos unidos pero a la vez separados por nuestras ropas, Betty colocó sus piernas bordeando mi cintura, yo trataba de empujar con mi pene para que lo notara tieso, empapado al igual que su triángulo que aparte de caliente estaba destilando chorros. Me levanté, le tiendo la mano a Betty, la coloco de espaldas a mí, arrecostándole mi pene en el medio de sus nalgas y empiezo a besar su cuello, dejando ella escapar un suspiro, negándose...
Betty: Ale que hacemos?
Yo: déjate llevar amor, mira como me tienes, mira como estas vamos a quedarnos así?...
Betty: no quiero que pienses mal de mi amor...
Yo: cómo crees? eres un ser vivo, que siente, respira, eres bella, mira como me tienes...
Betty: Ale, tiempo sin sentir esto, entiéndeme... no quiero que pienses mal...
Yo: tranquila déjame todo a mi, yo me encargo, déjate llevar, disfrutemos este momento...
Mientras no besábamos le acariciaba sus tetas a través de la franela, prácticamente la estaba cogiendo con ropa, la única negativa era de boca, pero su cuerpo ya estaba doblegado, era cuestión de seguir transmitiéndole confianza, seguirla estimulando adecuadamente, en eso le subo los brazos y le voy subiendo la franela para liberarla de dicha prenda, quedando dos masas de carne blancas, con aureolas rosadas, puntiagudas, le meto una mano por su zona vaginal, sintiendo su calor, estaba debidamente depilada, le rozo un dedo en su raja, sintiendo la humedad excesiva, emite un leve ...
... gemido, abriendo más las piernas, la sujeto y le doy vueltas, la cargo con algo de dificultad y la coloco en la cama, le quito el pantalón del mono, está rendida, me mira como queriendo decirme que sea cariñoso, con la mirada le transmito dicha respuesta, le abro sutilmente las piernas, instintivamente se tapa su vagina, me quedo observándola, como pidiéndole permiso, diciéndole en silencio que la trataré como una princesa de cuentos de hadas, lentamente me dirijo a sus labios, los capturo, nuestras lenguas se mezclan con nuestras salivas, me acaricia el cabello de forma desaforada, con una mano intento quitarme el short y bóxer, una vez liberado de dicha ropa me incorporo, me observa y detalla, discretamente se muerde el labio superior y con el dedo en la boca al ver mi pene brilloso por la cantidad de líquido preseminal, con mi mano derecha tomo mi miembro duro y lo dirijo a la entrada de la cuevita de Betty, su vagina parece una estufa encendida por lo caliente, Betty, apenas perceptible exclama:
Betty: Ale por favor con cuidado, tengo años que no estoy con un hombre, es decir con el papa de mis hijos ha sido mi único hombre...
Dicho esto me excitó mucho más, me dirigí a su vagina, que no era tan carnosa como sus pechos, apenas le pasé la lengua Betty brincó bruscamente, preguntándome que hacía, porque eso.
Betty: Ale que haces?
Yo: amor, déjate llevar, nunca te han besado tu vagina?
Betty: besar mi vagina? mi esposo y yo lo hacíamos tradicional...
Yo: pues ...