Fecha: 03/09/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Frances y Romy, Fuente: CuentoRelatos
El pasado mes de mayo cumplí años, me encontraba triste por la situación que hasta el momento sufrimos en todo el mundo, la frustración me había invadido, sin poder ver a mi familia y permanecer encerrados me estaba volviendo loca, como se los platiqué en el relato pasado, un querido amigo estaba viviendo con nosotros.
La convivencia era muy divertida, pero cuando me quedaba sola con mis pensamientos me volvía la tristeza, ellos lo notaron y 2 días antes de mi cumpleaños me dijeron que me tenían una sorpresa para festejarme, por más que insistí no me dieron ninguna pista sobre qué haríamos, solo me pidieron que me arreglara muy lindo. Esos días estaban cerrados los restaurantes, centros nocturnos en suma toda la vida nocturna no existía, por lo que me intrigaba a qué lugar iríamos.
Llego el día y no había conseguido conocer cuáles eran sus planes, solo me prometían que la pasaríamos bien y que sería un día inolvidable. Ellos vistieron con traje y corbata, por lo que tuve que seleccionar otro vestido, algo más elegante, elegí un vestido de seda color palo de rosa, amplio, se disimulan las curvas de mi cuerpo, con un escote que deja ver un poco a diferencia de la espalda que la abertura llega hasta el inicio de mis nalgas y me queda un poco arriba de las rodillas, lo convine con unas zapatillas con la punta descubierta, ajuste de pulsera y un tacón de 12 cm, (esas zapatillas mejoran extraordinariamente mi figura) color blancas, utilice una gargantilla de perlas y un ...
... pequeño monedero blanco, difícilmente cabían el celular, el lipstick, un par de toallas húmedas y un espejo. Me maquille perfectamente y alise mi cabello.
Baje a la sala y ellos me esperaban al pie de la escalera, me dieron un abrazo, listas las copas para brindar por mi cumpleaños, estábamos con los abrazos cuando Frances recibió una llamada, se apuró a contestar, solo dijo ok saldremos enseguida, me quede confundida y pregunte ¿Quién te llamo? lo sabrás en un momento, fue su respuesta.
Salimos, Frances me llevaba del brazo y en lugar de dirigirnos a la cochera, caminamos hacia el portón de la casa, al salir nos esperaba una limousine, el chofer ya tenía abierta la puerta para que abordáramos, subí y detrás de mí subió Carlos, Frances habló brevemente con el chofer, supongo que le daba instrucciones. Yo me había sentado al centro a mi izquierda Carlos y Frances a mi derecha. El bar quedo junto a Carlos y él se encargó de abrir una botella de Champaña y servir las copas. El limo tenia los vidrios polarizados, pero desde el interior se veía perfectamente hacia afuera. Las calles lucían semi vacías, el auto circulaba a baja velocidad, nosotros escuchábamos música, reíamos y brindábamos, note que nos encontrábamos en la avenida Rafael Sanzio, atravesamos la avenida Vallarta, no acertaba a adivinar cuál era el destino. Pasaron los minutos, de pronto nos encontrábamos frente a un Estadio de Futbol del equipo con más tradición en Guadalajara. Se detuvo el limo justo en la caseta ...