... secreto!
Inmediatamente ella volteo y empezamos besarnos, un beso tan rico, que me quedaba sin saliva, sus manos apretaban mi cintura, ¡mientras las mías apretaban sus duras y grandes nalgas!
S: ¡Lety, no sabes cuánto te deseo!
L: Y yo a ti hermosa, ¡me tienes loca!
S: ¡Me encanta tu cuerpo, quisiera ser tu amante!
L: Nena, que rico, ¡con gusto!
Me quite e saco que me cubría y me deje en mi blusa blanca entallada, Selene se despojó de blusa dejándome un par de enormes tetas listas para mi boca, no dude en empezar a recorrer ese par de montañas que tenían un sabor sin igual.
Su mano acariciaba mis muslos, nuestras lenguas se enredaban riquísimo, nos fuimos hacia la mesa que ocupábamos para los documentos, los cuales tiramos al piso, me senté en la mesa levantando mis piernas, Selene empezó a recorrerme con su lengua desde mi entrepierna hasta mis pies, me besaba lamía y mordía las piernas, ¡al parecer eso era lo que más le gustaba de mí!
S: Que rica, que hermosas piernas, ¡me encantan!
L: ¡Si mi amor, son tuyas!
S: Mmm! ¡Aunque también esto me gusta!
Con sus dedos acariciaba mis labios vaginales, su lengua lentamente se dirigía hacia mi vagina, que empezaba a humedecerse con lo que me hacía.
Finalmente empoza a hacerme un muy rico oral, su lengua y sus dedos me hacían gozar, esta nena sabía perfectamente donde tocar y como, enrollaba su lengua para simular una penetración, me subió la blusa y me apretaba las tetas, mi clítoris estaba ...
... infladísimo a causa del trabajo que me hacía Selene, fue entonces que yo también quise probar sus delicias, me despoje de mi blusa y levante a Selene, le baje su licra y su hermosa tanga de encaje, ¡y nos acomodamos para un delicioso 69!
L: Que rica, ¡sabes delicioso!
S: ¡Agh, que rico lo haces, uf!
L: Estas buenísimas amor, que cuerpo, ¡me enloquece!
S: ¡Cómeme, soy tuya, mmm!
Ambas nos tragamos nuestras pepas de una forma tan rica, el oral que me daba nunca antes un hombre me lo había hecho así, ni siquiera otras chicas, ¡se notaba que Selene era una buena come concha y vergas!
L: Que envidia, ¡tu marido ha de estar feliz!
S: No solo el, ¡me encantan las chicas!
L: Si, lo note, ¡mas ahora con lo que me haces!
S: ¡Desde que te vi, tuve ganas de hacértelo!
L: ¡Yo igual!
Me puse en cuatro empinadísima en la mesa, Selene lamia mis muslos y con sus manos me empoza a masturbar riquísimo, usaba dos dedos, después fueron cuatro, su movimiento era veloz, pero muy rico, me hacía gemir, sentía como si me estuvieran dando una buena verga, Selene me daba de nalgadas y me as mordía, me apretaba las tetas, ¡me sometía riquísimo!
L: ¡Ahg, así, Selene, que rico!
S: ¡Que hermoso coño, mojas magnifico!
L: ¡Uf, mas, mas!
S: Eso, así, ¿te gusta?
L: ¡Me encanta, sigue!
¡Ahora ya su mano estaba dentro de mí, su lengua lamia mi ano, el cual espesaba a dilatarse lentamente, ahora sentía como su lengua entraba y salía de mi culito y su mano de mi ...