... lo agradecí levantándole el pulgar, pero le dije que la tenía casi entera. A lo que él me respondió guiñándome un ojo.
Le acababa de decir que iba a cogerme otra y aun así me ofrecía y luego me guiñaba el ojo.
¿Era un ofrecimiento por cordialidad o era algo más? Eso sumado a la mirada tan descarada de antes, me dio que pensar…
Yo soy totalmente hetero, pero sí que es verdad que algún día muy borracho, se te pasan cosas por la cabeza. Y hoy tenía pinta que iba a ser uno de esos.
Desde ese guiño de ojo, ya estaba un poco inquieto, y por un par de veces nos cruzamos de manera “accidental” las miradas. Tras eso, el siempre agachaba su mirada hacia mi paquete.
Qué situación más rara, no sabía cómo actuar.
Como os decía antes, no me gustan los hombres, pero conforme pasaba le miraba con otros ojos.
Es un chico delgado y guapete. Pese a que no me gustan los hombres, se reconocer que está bastante bien.
Cuando de repente, volví a sentir ganas de ir al improvisado excusado.
Justo era un momento en el que los más cocineros ya estaban preparando el menú, otros jugando con un balón de futbol y otros simplemente charlando.
Así que me levanté y dije a media voz:
-Maldita cerveza, tengo que ir a vaciarla otra vez.
Lo dije con un cierto volumen, pero que solo me escuchara el primo de mi amiga.
Si, le estaba invitando a venir. No sé para qué, pero ya estaba hecho.
Con el corazón a mil por hora, me aleje a un paso muy lento.
No quería ir muy ...
... rápido con la esperanza de que hubiese entendido mi proposición y pudiera seguirme.
Miré ligeramente hacia atrás y vi que alguien me seguía, pero no podía asegurar que era él, pero quien iba a ser si no.
Esta vez, no me quede en los primeros árboles, si no me que fui al fondo, donde la maleza era lo suficientemente espesa para no ver a más de dos metros.
Me volví de nuevo, y efectivamente era quien estaba esperando, diciéndome él:
-Qué lejos te has ido, ¿te estás escondiendo para algo?
A lo que yo no supe que responder, y mientras tragaba saliva y me señalaba mí ya erecto rabo le dije:
-No sé muy bien que estoy haciendo, pero voy borracho y cachondo. ¿Qué me propones?
Echándose él una gran carcajada, me dijo que estaba muy sorprendido por mi invitación, y que como intuía que era mi primera vez, me dejaba elegir.
No sabía que decir ni que hacer, nunca había estado tan bloqueado en una situación sexual.
Así que me saqué mi húmeda polla y le dije:
-¡No sé!
No hizo falta decir más, se acercó y se agacho delante de mí agarrándome la polla y llevándosela a su boca.
Se la metió entera, y comenzó a chupar.
La suma de la excitación del momento y mi grado de alcoholismo, estaban haciendo que fuese algo increíble.
Él seguía chupándomela sin parar, se la sacaba de la boca y pasaba suavemente la lengua por el capullo a la vez que me acariciaba los huevos.
En ese momento cogí su cabeza y la apreté contra mí, quería que se la tragara entera. Que le ...