Trío medieval
Fecha: 29/08/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos
Hoy os traigo una fantasía en una aldea medieval que espero que les guste.
Esto sucedió en una aldea medieval, el primer día pasado la festividad de
Shamain
cuando tu chico me fue a visitar. Resulta que en la mañana todos dormían por cada rincón de la aldea después de una noche cenando ese típico cerdo asado que se hace en la hoguera, beber cerveza y mucho hidromiel en nuestros cuernos, como tu chico deseaba seguir la parranda, le sugerí que ya estaba bien, que yo le acompañaba a casa, que tu estarías preocupada y como buen amigo no te podía defraudar y que le acompañaba.
Nos montamos en el carro de tu chico y nos fuimos en aquel carro tirado por bueyes con el cual íbamos viendo amanecer.
Cuando llegamos tu chico puso su brazo en mis hombros y medio a rastras le llevé hasta vuestra puerta, toqué con mis nudillos aquella puerta de madera. Abriste la puerta con unas vestimentas ceñidas a tu cuerpo, un poco arrugado por dormir con él y nos invitaste a pasar, nos preguntaste que si queríamos desayunar que tenías unas tortas de harina recién hechas. Yo te seguí hasta la cocina, te tomé por la espalda, te abracé y notaste mi bulto en tu culo, te echaste hacia atrás para restregarte en él. Fue cuando metí mis manos a través de tu pronunciado escote que dejaba poco a la imaginación, aquel vestido hacía que tus pechos sobresalieran un poco de esas vestiduras, lo único que no se te veían eran tus pezones.
Te diste la vuelta y nos fundimos en un largo beso, mientras yo ...
... te levantaba la falda de aquel vestido y te agarraba tus nalgas, en ese momento pasó tu chico rumbo al baño, nos vio, hizo algo de ruido, pero nosotros no le paramos y seguimos con nuestro beso.
Cuando tu chico salió del baño, ya tenías las tetas al aire y estabas recostada en la cocina sintiendo el bulto de mi pantalón. La gente debe saber que eres una chica muy desinhibida razón por la cual no te inmutó que tu chico nos viera.
Él siguió a la sala principal y nosotros nos arreglamos un poco salimos a la sala también.
Como ya te había terminado de arrugar el vestido decidiste ir a cambiarte, yo te seguí y te sugerí que te pusieras algo cómodo, ya que estábamos en confianza.
Cuando saliste llevabas un conjunto bastante corto y una blusa de satén verde y una falda con una raja muy pronunciada, te sentaste a mi lado y mientras hablábamos, me hacías cariñitos con tu chico al lado medio dormido sin apenas moverse del cansancio que tenia de la noche pasada.
Entre algunas gracias y chistes fue pasando el rato, cada vez hacíamos comentarios más calientes, pero todo dentro de un juego de palabras, sin embargo, yo observaba que a tu chico se le iban los ojos y era que la posición que tenías dejaba ver uno de tus pechos y parte aquella blusa de satén.
En ese momento comencé con el juego macabro de hacer chistes sobre el bulto que se le veía a tu chico, mientras me acercaba más a tus labios acariciando tus piernas, cada vez subiendo más a tus caderas. En ese momento te ...