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Con Joaquín y José conocí de tríos
Fecha: 25/08/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: profelocutor, Fuente: CuentoRelatos
Vivo en una ciudad urbe en donde las noches son interminables y sobre todo los fines de semana. Trabajo en una empresa de diseño de modas ya que estoy graduada en ello. Llevaba ya 6 meses laborando y ya había hecho amistades y no me era difícil ya que soy jovial y de mente amplia y me permito tener amistades para no tener que aburrirme y poder conversar con alguno cuando así lo desee. José y Joaquín son dos amigos que recién conocí y que trabajaban en el mismo edificio en donde yo estoy trabajando. Era fin de semana y nos conseguimos temprano en la mañana, recién iniciando las labores de ese viernes en el ascensor. -Hola Joaquín, José como han amanecido hoy? qué gusto verles! Están muy guapos hoy. -Les dije con una sonrisa en el rostro. Era indudable que ambos hombres eran unos mangazos de lo rebueno que estaban. Atléticos, José con una barba baja pero que le lucía muy bien y Joaquín con unos ojos verdes y cabellos claros que cualquier mujer no dejaría de verlo. -Hola Ana -me respondió José y me dio un beso en la mejilla. -Qué linda estás hoy -respondió Joaquín para continuar con el saludo. Igual me abrazó y pude oler su perfume varonil que me dejó encantada. -Qué vas hacer esta noche? -preguntó José. -Déjame decirte que no tengo planes para esta noche. Tal vez me quede en el apartamento y veo una peli y me como un helado. -Les respondí! -Te queremos invitar a un lugar en donde podemos bailar y disfrutar un rato. Venga, anímate y nos relajamos un ...
... rato. -Exclamó Joaquín. -Ok. Está bien, pero me prometen que regresamos temprano? No quiero trasnocharme porque amanezco con unas ojeras del carrizo. -Les dije. Finalmente llegamos al piso donde trabajamos y nos despedimos con una sonrisa y besos y cada quien a su oficina. Ya en la noche, en mi apartamento me eché un baño y me arreglé mi cabello y saqué un vestido rojo muy lindo y mis zarcillos pequeñitos una pantis muy lindas y sexys color rojo para hacer juego con el vestido. Sonó el timbre, eran José y Joaquín que al verme al yo abrir la puerta quedaron boca abierta y sin palabras al verme toda vestida y maquillada. -Pero no se queden allí como estatuas y digan algo. ¿Cómo me veo? -Pregunté. Al fin reaccionó Joaquín y me dijo: -Muy linda, hermosa, qué hermosa! Lindísima mujer. Por su parte, José me veía de arriba abajo como queriendo desnudar aquel monumento ya que su mirada iba más allá de una simple admiración por tanta hermosura. Finalmente tomé mi cartera de mano y nos fuimos. Tomamos un taxi y al cabo de 15 minutos estábamos en la puerta del edificio donde estaba el lugar nocturno que pretendíamos visitar. Entramos y ocupamos una mesa cerca de la pista de baile. Pude detallar lo bonito del lugar, con unas luces bajas pero se podía mirar todo el lugar. Pedimos unas copas de vino Excepto José que pidió un whisky doble. Comenzamos a platicar de nuestras vidas y así repetíamos y llenábamos nuestras copas una y otra vez. José me invitó a ...