Ama Sandra (Cap. 8) - Relatos Eróticos

Ama Sandra (Cap. 8)

Los esclavos que en su momento fueron considerados como padres de la Emperatriz habían transformado con sumo placer el estilo de vida que tenían anteriormente, ahora veían con mucho orgullo que su estilo de vida había sido un completo error, el padre teniendo que soportar las inconformidades, discriminaciones por su edad y regaños de su jefe, así como también las molestas burlas de los que se hacían llamar sus amigos de trabajo, afortunadamente esa incómoda situación terminó el día que lo jubilaron por edad.

Ahora su vida era distinta y aun cuando tenía nuevas obligaciones que cumplir con un horario fijo, se sentía más cómodo y útil ya que ahí se le enseñaba como ser eficiente y mejorarse cada día que pasaba en su vida esclava, no se le juzgaba, al contrario mientras mejor era su desempeño, se le confiaban tareas que iba aumentando su capacidad para ser un buen esclavo.

Por su parte la ex madre de la Emperatriz también se sentía mucho mejor y en total libertad por no tener la presión mental de estarse tronando los nudillos por acercarse el día de pagar la renta y no haber podido completar el monto pactado.

Ahora el modo en que debía cubrir su estancia y comida era únicamente cumpliendo sus obligaciones diarias las cuales ya no solo era recolectar la basura, ya que valorando su pasión por hacer las cosas bien y su dedicación ayudando a sus compañeras esclavas, su adiestramiento en su nueva vida se había superado notablemente, por lo que ahora además de recolectar ...

... basura también debía barrer y trapear el suelo de la cocina tres veces al día evitando así se juntara la mugre que tanto desagradaba a su Dueña, lo que meses atrás habían sentido como una humillación, ahora lo consideraban una nueva oportunidad para sentirse útiles.

Cierto día decidieron presentarse ante su Ama y un postrarse pidiendo permiso de hablar unos cuantos minutos nada más para así no quitarle a su Dueña mucho tiempo valioso de su descanso, callada y humildemente postrados en pose de adoración esperaron a que su Diosa les autorizara abrir la boca. Una vez que la Emperatriz se decidió a permitirles el privilegio de hablar les preguntó el motivo de interrumpir su descanso; hablen esclavos pero que sea rápido ¿Qué desean?

Sus ahora sometidos padres respondieron humildemente, no se preocupe Majestad, no le robaremos mucho tiempo, solo queremos agradecerle esta oportunidad de corregir nuestras vidas anteriores poniéndonos a sus pies con actividades adecuadas a nuestra altura como los animales y esclavos que ahora somos, la Emperatriz algo molesta respondió ¿acaso han usado parte de mi descanso solo para agradecerme?, eso lo pueden hacer besando mis pies , y ya lo saben; los esclavos pegaron lacara al piso y con mayor humildad suplicaron perdón para después decir no solo hemos venido a eso Majestad, queremos si es posible y valido hacer una sugerencia para servir mejor a su Alteza.

La Emperatriz permitió que sus esclavos continuaran exponiendo su idea, ellos dijeron a ...