... cogió la mano de Emma y la colocó encima de uno de sus pechos, e hizo que la masajease. Nicole echó la cabeza hacia atrás y expiró eróticamente. Emma sintió ese gemido como si penetrase en lo más hondo de ella. Retiró la mano del pecho de Nicole y se quitó la camiseta. Después se dispuso a quitarse el pantalón, pero Nicole la detuvo.
—Espera. Es la primera vez que haces esto, ¿verdad? —Emma asintió tímidamente— Entonces tengo una idea mucho mejor.
Apartó sus piernas de Emma y la tiró en la cama de espaldas. Le desató el pantalón y se lo quitó despacio, mientras iba besando las piernas de Emma. Tiró el pantalón al suelo. Abrió las piernas de Emma y se colocó entre estas. Subió con la lengua desde la cadera hasta los pechos, cubiertos por el sujetador. Miró a Emma, le sonrió y le dijo:
—Esto se va fuera.
Incorporó sus manos debajo de Emma y le desató el sujetador. Se lo quitó y también lo tiró al suelo. Se incorporó un momento para quitarse la camiseta y el sujetador, y volvió a inclinarse sobre Emma. Besó sus pezones y los mordió con cuidado, y estos se endurecieron. Emma gimió en un suspiro y echó la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados. Nicole subió hacia su cuello, lo lamió y lo besó, e hizo que sus pezones se rozasen incansablemente. Emma casi no creía que pudiese soportar tanto gozo, placer, erotismo. Se sintió su cuerpo temblar deleitoso bajo los pechos y la lengua de Nicole. Nicole subió con la lengua hasta llegar a la boca de Emma, y le metió la lengua ...
... hasta el fondo de su garganta. Se sentían el sabor de sus bocas mutuamente, y cada vez se besaban con más pasión, haciendo que sus pezones jugasen duros como piedras entre ellos. Nicole recorrió el cuerpo de Emma en una caricia de arriba abajo, hasta llegar a su vagina, y la penetró con dos dedos. Emma, que no se lo esperaba, dejó de besar a Nicole y echó la cabeza hacia atrás con un suspiro gozoso. Nicole sonrió, y bajó la cabeza, más y más, hasta llegar al clítoris de Emma, y lo succionó. Emma gimió más fuerte de lo que había previsto ninguna de las dos, pero más que cortarles el rollo, les excitó más. El morbo que les producía el ser pilladas en pleno acto hizo que Emma gozase más, y que Nicole penetrase a Emma más profundamente. Chupó y lamió el clítoris de Emma, y alargó la mano que no la estaba penetrando hasta encontrar el pezón endurecido de Emma, y empezó a jugar con él, a pellizcarlo incansablemente.
Emma arqueó todo el cuerpo, sintiendo el placer recorrer cada centímetro de su cuerpo, espasmos que hacían vibrar sus piernas y su trasero. Nicole jugó con el clítoris de Emma moviendo en círculos su lengua, y cada vez la penetraba más con los dos dedos, y los movía en círculos dentro de su vagina.
—Oh, Dios mío —pudo decir Emma entre susurros y gemidos.
Enterró su sábana en el puño, pero la otra mano se fue instintivamente hacia la cabeza de Nicole, y la presionó más contra sí y jugó con su pelo. Nicole se excitó y chupó toda la vagina de Emma. Emma arqueó de ...