Atracción fatal o amor prohibido (4) Algo más que sexo
Fecha: 10/06/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos
Nos conocimos cuando Gustavo, la pareja de mi madre debió ser internado de urgencia por un severo traumatismo producto de un accidente de tránsito, por tal motivo también asistió Sonia, la hija del señor.
Esos fueron los antecedentes previos, luego resolvimos quedarnos esos en la casa de mi madre, esa noche la cerveza y la atracción de sus portentosas tetas fueron los condicionantes que vencieron todas las prevenciones éticas, los “hermanitos” tuvimos un desahogo emocional, el eufemismo de ella para convencerme de que el sexo fue lo mejor que nos pudo haber pasado. Luego la dinámica de las emociones fue cumpliendo sus etapas, en esta última noche tuvimos un apoteótico y delicioso sexo anal, completando con ello la coronación de la última casilla del juego de pasión, la noche previa a la despedida con un final a toda orquesta.
Aquí pensamos que había concluido esta historia prohibida de sexo incestuoso entre los “hermanitos” pero nunca está dicha la última palabra, tampoco en esta historia, que como podrán apreciar el final de ese finde glorioso dio inicio a esta última parte, bueno hasta el momento, de nuestra historia.
Sonia no es una mujer muy bonita, algo gordita, solo un poco, alta, culo discreto y respingón, pero a los veintiséis años todas las mujeres son bonitas y si tiene ese par de tetotas súper voluptuosas no queda tiempo para mirarla de otro modo que no sea con el deseo a flor de piel. Tuvimos sexo del mejor, aunque nos quedó una asignatura pendiente: ...
... venirme dentro de su vagina, el motivo fue que no me agrada usar forro (condón) y como ella estaba en sus días fértiles y no tenía sexo desde hacía un par de meses no podíamos correr ese riesgo de dejarla embarazada.
Ella estaba en abstinencia por un poco más de dos meses porque su esposo se había sometido a una intervención quirúrgica para corregir una defecto testicular que creen es el motivo de su esterilidad.
Pasado el tiempo de veda sexual, las relaciones sexuales no dieron el menor resultado, la ansiedad, sobre todo del hombre por conseguir embazarla transmitían solo obtenían mermar el autoestima en él y generar estrés en ella. Los médicos de la zona aconsejaban que ella asista a una clínica de fertilidad para proceder a una estimulación ovárica.
Por ese motivo al poco tiempo de evaluar esa alternativa se contactó conmigo para contarme estas novedades, ofreciéndome a conseguir la dirección de un médico amigo que tiene relación con una clínica dedicada a fertilidad. Ese no era todo el motivo, sino la introducción, pues a continuación de eso me dice que ahora viene el gran favor a pedirme:
- Me resulta complicado, por eso voy a dejar que me ayudes. Recuerdas ese fin de semana el año pasado cuando fui a la ciudad por la internación de mi padre? Bueno ahora tendrías ganas de repetirlo cuando vaya para el tratamiento? – Claro, estaría encantado, sí, si.
- Bueno, también tengo ganas de repetirlo, y te gustaría hacerlo completo?
- Sí, pero no entiendo…
- Sí ...