1. Déjalas, estas no tienen remedio, nunca lo han tenido


    Fecha: 31/07/2022, Categorías: Lesbianas Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    ... sus ojos verdes, unos ojos que han sido siempre la perdición de muchos y mi envidia.
    
    Detrás de ella salía yo con un vestido no menos bonito, no menos corto, un vestido color azul celeste de palabra de honor con mis hombros desnudos, bien ceñido a mi cuerpo resaltando mis pechos, mis caderas y terminando de una forma bien bonita mi culo, mi melena cayendo por la espalda y unas sandalias del mismo color del vestido, las dos con sendos bolsos a juego pequeños para meter lo justo, nada más salir empezamos a dar besos a diestro y siniestro a todas nuestras amigas, mientras todas nos decíamos lo guapas que estábamos.
    
    El concierto precioso, la cena todas justas maravillosa, donde las cinco amigas reíamos junto con otros dos compañeros de la orquesta, unos chicos bien guapos, pero novios de dos de nuestras amigas, que pena pensábamos Sofía y yo, así que… nada que hacer, estuvimos en una discoteca en el centro donde disfrutamos bailando, bebiendo y hablando de todo un poco hasta que todos se fueron menos nosotras dos que seguimos la marcha hasta las tres de la mañana y como siempre al final nos tuvimos que ir, ya que siempre hay algún baboso que no sabe cuando está de sobra.
    
    Allí conocimos a tres chicos la verdad que guapos a más no poder, hablamos, reímos y bailamos con ellos incluso dejamos la puerta abierta a que pudieran pasar más cosas, pero como siempre… Las dos íbamos despampanantes es cierto, las dos con ganas de ligar también y de más por supuesto, aquella noche ...
    ... queríamos triunfar en la plaza y follar, pero no sé qué les pasa algunos chicos que cuando lo tienen todo a favor van y la joden, tanto la jodieron que les dijimos al final que éramos lesbianas.
    
    Para convencerlos y que nos dejaran al final en paz no hay nada mejor que un baile sensual en la pista, las dos acariciando nuestros cuerpos, agachándonos y empezando por los muslos, cintura y pechos, terminando y esto si era novedad con un pico en los labios que al final se convirtió en un beso pequeño, en ese momento las dos nos miramos a los ojos y sin decir nada las dos cogiéndonos de la cintura nos volvimos a besar, pero esta vez más profundo, bailando nuestras lenguas en nuestro interior, los tres nos miraban excitados queriendo participar, pero sabiendo que no podían al quedarse sorprendidos y no fueron los únicos, ya que las dos sentíamos sorprendidas que también nos había gustado, no tardamos en irnos en cuanto dejamos de interesarlos, pobres no saben la noche que se perdieron por gilipollas.
    
    Llegamos al hotel a eso de las cuatro de la mañana, siempre me acordaré el hotel Santo Domingo junto a la Gran Vía siempre bulliciosa, un hotel fantástico con una habitación deliciosa con un ventanal enorme de arriba abajo que nos mostraba una plaza llena de gente aun a esas horas, ya de camino al hotel las dos íbamos hablando de que quizás habíamos sido tontas y exigentes, que quizás podríamos haber aguantado más las estupideces de aquellos niñatos, total no los conocíamos y nunca más ...
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