Ama Sandra (Cap. 2) - Relatos Eróticos

Ama Sandra (Cap. 2)

Al día siguiente fue una mañana más que soleada para Ama Sandra ya que era su primer día como domina absoluta de toda la gente que tenía a su paso sin excepción de nadie, sin embargo aunque todos los que estaban a los pies de Ama Sandra ya sabían cuál era su estilo de mandar y hacerse obedecer, para una de las esclavas iba a ser el peor día de toda su vida, ya que sería su primer día oficialmente como esclava de Ama Sandra, efectivamente, era el primer día de lambi a los pies de su nueva Ama. Su día empezó en punto de las 5 am para recibir un baño de agua exageradamente fría, sin embargo para los esclavos no existen los privilegios a excepción del privilegio que es para ellos estar a los pies de su Ama o Amo.

Después de recibir su primer baño de agua helada tuvo que vestir un diminuto uniforme de criada francesa con una minifalda que apenas llegaba a cubrir la mitad de la cola, lo que le hacía verse más sexy para Ama Sandra y por supuesto muy humillante para lambi, ya que no solo iba a ser ese uniforme para usar en el reino, sino que además iba a ser su nueva manera de vestir en la oficina para cumplir con sus nuevas obligaciones. Lo primero que debía hacer en el reino era ponerse a barrer, trapear y sacar la basura antes de dirigirse a la cocina y preparar el desayuno de su nueva Ama, el desayuno tenía que estar preparado y entregándose a las 7:30 antes de dirigirse a despertar a su dueña lamiéndole muy delicadamente los pies.

Una vez que despertaba su Ama debía ...

... pasarle la bandeja y enseguida tener que abanicarle mientras que su Alteza desayunaba al mismo tiempo que desde la comodidad de su cama se informaba de las noticias, mientras tanto una de sus esclavas escolares debía prepararle las cosas y poderla bañar y arreglar para antes de que sus perras maestras pasaran a recogerla como cada mañana. Al llegar en punto de la hora establecida la maestra esclava se estacionó frente al reino para anunciar su llegada, una vez que se abrió la puerta principal, la maestra se inclinó a besar los pies de su Ama y darle los buenos días.

Una vez que besó los pies de Ama Sandra, se dispuso de inmediato a cargarle los útiles y abrirle la puerta para que su adorada dueña ingresara elegantemente al auto como la reina que era su Ama. Durante el trayecto del reino hasta el campus se le dieron indicaciones precisas acerca de lo que tendría que hacer a la esclava durante su estancia en las instalaciones como sería llevarle cargando los útiles hasta el salón correspondiente mientras que su sequito le escoltaba abriéndole paso a través de los pasillos y así evitarle cualquier avenencia que pudiera presentarse en el camino.

Para el tiempo de recreo dos de las maestras a sus pies debían salir cinco minutos antes de sonar la campana y sin prisa una de ellas debía ir por el almuerzo de su Ama mientras que la otra esclava le aparataba una mesa para que Ama Sandra degustara sus alimentos sin estar perdiendo minutos de su descanso mientras que era abanicada una ...