Mi primera experiencia con mi mejor amiga
Fecha: 29/05/2022,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Annie, Fuente: CuentoRelatos
Mi nombre es Karla y actualmente tengo 33 años. Siempre me gustó buscar porno y masturbarme, aun así mi primera experiencia sexual fue con mi entonces mejor amiga a los 18 años. Ella se llama Alba y tiene muchos años que no se de ella. Nos vimos crecer y desarrollarnos, ella no sabía que me gustaba ver porno o que me moría por tener sexo, a pesar de que estábamos casi todo el tiempo juntas e incluso practicábamos Natación. Ahí fue donde todo comenzó.
Para apurarnos al salir de nadar, nos duchábamos en la misma regadera, al principio nos daba pena y nos dábamos la vuelta o solo lo hacíamos con el traje de baño puesto, pero después por la premura, comenzamos a desnudarnos y a bañarnos más rápido.
Los espacios eran reducidos así que para movernos dentro de la regadera, siempre había terminamos rozando nuestros cuerpos y ahí fue cuando comencé a sentir morbo y poner atención en el cuerpo de Alba.
Ambas teníamos cuerpos delgados y de la misma altura, ella con senos pequeños y unas caderas muy pronunciadas; yo tenía senos grandes y un culo pequeño pero bien formado. Ambas morenas y con cabello largo a media espalda.
Después de prácticamente memorizar su cuerpo, comencé con roces en sus nalgas o restregar mis pechos con los suyos y en su espalda. Si ella se percataba, no decía nada, pero después de un tiempo comenzó a responder. Ahora ella me restregaba el culo en mi cadera o sus senos con los míos.
Un día, en el que ya estaba muy caliente y desesperada por los ...
... roces, cuando puso sus senos cerca de los míos, me animé y con mi mano derecha la detuve y con la izquierda le comencé a tocar el seno derecho. Ella se quedó quieta mirándome, pero no me detuvo, así que me acerqué y la besé con todas las ganas que había acumulado, inmediatamente me respondió y colocó sus manos en mi cintura, mientras yo le acariciaba los senos. Estuvimos así por unos 10 minutos y al darnos cuenta que era tarde, tuvimos que terminar y salir de la ducha.
Estos encuentros se repitieron muchas veces y cada vez yo quería más pues en cada ocasión quedaba muy caliente y con mi vagina muy húmeda, así que un día saliendo de la ducha, le dije que si quería ir a mi casa, porque mis padres no estarían. Ella de inmediato aceptó y al salir nos dirigimos a mi casa.
Al llegar, inmediatamente la tomé de la cintura y comencé a besarla, ella me tomó por la nuca y seguimos besándonos y restregando nuestros cuerpos. En un momento, la detuve, la tomé de la mano y la llevé a mi recamara, en dónde cerré y puse seguro, pues no quería que nos descubrieran.
Ya en la habitación, seguí besándola y comencé a quitarle su blusa, Alba respondía muy bien, pero se notaba muy nerviosa, por lo que le pregunté si quería seguir y dijo que sí. Decidí desnudarme frente a ella y al ver esto, Alba se quitó el resto de la ropa. Una vez ambas desnudas, seguimos besándonos y comencé a acariciar sus senos, su cintura, su cadera, sus nalgas y ella torpemente me devolvía las caricias.
En cierto ...