Mi hermana, mi ama (Parte X) - Relatos Eróticos

Mi hermana, mi ama (Parte X)

Sobre las siete sentí que alguien me despertaba, y no era otra que la GUARRILLA de Inma que se acercó a mi oído y…

Así fue como terminó el capítulo anterior, os aconsejo leer los anteriores para poder seguir esta serie.

Inma: Nuestra AMA, dice que vayas PUTA, pero como lo que eres una PERRA

Nada más sentir esas palabras ya se me mojo el coño, y mi cuerpo empezó a temblar, porque no sabía lo que me esperaba, pero sabía que para nada iba a ser bueno para mi cuerpo, así que después de estirarme un poco me dirigí a la habitación donde estaba la PUTA de Marisa, por supuesto a cuatro patas tal y como ella le había ordenado a la GUARRILLA de Inma.

Nada más entrar comprobé que iba a ser un despertar movido, ella estaba de pie, con el arnés del dildo doble puesto y una vara fina en la mano.

Marisa: Buenos días PUTA, espero que hayas descansado, porque lo prometido es deuda ¡a la cama y a cuatro patas ya!

Dando un salto como si fuese una PERRA de verdad, me coloqué tal y como ella me ordenó.

Marisa: Cuéntalos PERRA!!

Y empezó a darme azotes como si le fuese la vida en ello.

El dolor era intenso, tanto que llegó un momento en el que pensé que me desmayaba, pero aun así conté todos y cada uno de los 30 azotes que me infringió.

Pero lo peor no fue eso lo peor fue que teniendo el culo como lo tenía, la muy PUTA se subió encima y sin miramientos me rompió el culo, sentí como se desgarraba conforme iba entrando.

El grito que pegué estaba segura de que se ...

... había oído en todo el bloque por no decir en toda Granada.

Marisa: Ves PUTA, ¿duele?, pues yo lo estoy disfrutando, uf, mira que me corrí anoche con la GUARRILLA de Inma, pero esto ufff, esto no tiene precio, aggg, ver como sufres, verte así, uhmmm, me voy a correr PUTA.

Yo no podía ni hablar, lo único que podía hacer era apretar los dientes, mientras sentía el castigo y veía como la GUARRILLA de Inma se estaba masturbando y gritando que se corría, cosa que hicieron ambas a la vez, y eso era algo que yo estaba intentando evitar, porque sí, yo estaba también a punto de correrme, y no quería darle el gusta a la ZORRA de Marisa de ver lo PUTA SUMISA que soy.

Pero era imposible y sin poder evitarlo se me escapo un grito que no se si fue más fuerte que cuando me penetro el culo.

Marisa: Pero que GUARRA, ¿te gusta eh?, te gusta el dolor, pero aún no he terminado.

Se subió a la cama y metiendo mi culo entre sus piernas, empezó a mearse sobre mi dolorido, colorado y herido culo, lo que hizo que soltara otro grito.

Sin importarle como había dejado el colchón se tumbó a mi lado y empezó a besarme y a tratarme como una niña, dándome mimos y besos, terminando por abrazarse a mí y quedándose dormida.

Yo también me quedé dormida, porque de repente sentí a la GUARRILLA de Inma despertándonos, diciéndonos que nuestra AMA nos estaba llamando.

Ambas dimos un salto de la cama, aunque a mí me costó más de lo normal porque en ese momento sentí un dolor horrible y hasta se me ...