Todo pasó gracias a una avería en el auto
Fecha: 24/05/2022,
Categorías:
Intercambios
Autor: 26h_nico, Fuente: CuentoRelatos
... cuatro.
Pedro, le dije, ¿qué te parece si esta noche la pasamos en algún hotel que encontremos en el camino, así avisamos al seguro y que te arreglen el auto? ¿De verdad harían eso por nosotros?, preguntó Pedro. Hombre claro, contesté, ya que vamos al mismo sitio, no nos importa ayudarles, verdad Vero? Lo que tú digas cariño, contestó mi mujer. Además, no me gustaría verme en su lugar y que no parase nadie para prestarme ayuda.
Me giré para mirarlos mientras hablábamos, daban pena, la pobre Nati tenía el pelo negro chorreando y le caía por su cara, tenía el rímel corrido de llorar de desesperación, Pedro estaba también con unas pintas desastrosas. La pobre Nati se echó a llorar por los nervios (llevaban dos horas esperando socorro y los teléfonos de la autopista no funcionaban) y por la emoción de nuestro gesto, Vero que estaba en medio de los dos la consoló abrazándola y dándole besitos en la cara.
Me fijé en Nati una jovencita que tenía unas piernas preciosas, a juzgar por lo que veía, tenía la falda muy subida -no lo advertía por lo precipitación de subir al coche- y enseñaba unos muslos casi de cine, con las piernas entreabiertas pude verle las braguitas negras y mi miembro reaccionó. Ensimismado estaba contemplando a Nati y me sobresalté cuando Pedro, con lágrimas en los ojos me agradecía la ayuda. No es nada, hombre, ya pasó lo peor.
Pedro, ¿te parece que agarremos el equipaje de tu auto y lo subamos al nuestro? Perfecto Nico, y así lo hicimos, dejando a ...
... las chicas dentro del coche. En cinco minutos estaba todo resuelto, Nati todavía daba hipos de llanto sobre Vero, la pobre tendría un pequeño ataque de nervios, pensé. Bueno ya está todo arreglado, vamos al hotel y mañana será otro día, comenté.
Me disponía a arrancar el coche, cuando Nati se abalanzó sobre mí, dándome las gracias y abrazándome, me estampó un beso en la boca. Yo me quedé estupefacto y más cuando noté su lengua paseando por mis labios, me quedé sorprendido. Pedro también besó a Vero, agradecido.
Espera Nico, me dijo mi mujer, que paso delante contigo, aquí vamos un poco apretados. Se incorporó y apoyándose en los asientos pasó una pierna y al pasar la otra la falda se la subió hasta sus caderas, mostrando su culotte de encaje negro.
Reanudamos la marcha charlando animadamente los cuatro y unos kilómetros más adelante, estaba el área de servicio con hotel. Nos paramos, tomamos el equipaje y entramos. Hablamos con el recepcionista y le contamos lo sucedido, el hombre muy amable se deshizo en disculpas por el teléfono, el temporal ha estropeado la línea nos dijo, pero no se preocupe, déjeme las llaves del coche y mañana sobre las diez lo tendrá aquí en la puerta y arreglado. Quedamos encantados con el servicio y tomamos dos habitaciones dobles. Antes tomamos algo ligero en la cafetería y nos dirigimos a las habitaciones.
Vero se ofreció ayudar a Nati con las valijas y Pedro y yo nos quedamos en nuestra habitación charlando, me contó que llevaban 10 años ...