Marisa me visita
Fecha: 02/05/2022,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... se que me encantas y te deseo.
Apenas termine de hablar me beso con más fuerza, y empezó a bajar mi panty con mucho ímpetu, casi con desesperación. Me saque los zapatos que cayeron al piso, y ella pudo liberar sin mayor problema mi calzoncillo. Aprovecho que estaba parada para deshacerse de sus pantys también, acerco mi cadera a la orilla de la cama, se arrodillo en el piso y empezó a chuparme entre las piernas. ¡QUE MARAVILLA!, ya extrañaba sus besos, y su lengua en mi vagina.
Acariciaba mis labios externos con la su lengua, y de vez en vez la metía en mi orificio. Yo estaba tan húmeda que podía sentir ligeros escurrimientos de mis fluidos mezclados con su saliva. El aliento de Marisa era especialmente caliente, casi quemaba cuando atacaba mi vulva con su boca. En determinado momento ella levanto más mis piernas, de tal modo que mi ano también quedara expuesto. ¿Cómo describir la sensación de su lengua en mi pequeño orificio. Lo estaba lubricando directamente con su lengua, la cual metía y sacaba a un ritmo especial.
De forma instintiva me coloque a gatas, así su lengua entraría mejor. Ella entendió el mensaje, y al mismo tiempo que introducía su lengua en mi ano, me metía un par de dedos en mi vagina. La sensación era maravillosa. Después de unos momentos me incorpore, de tal forma que quedamos ambas de rodillas, mi espalda contra su pecho, gire la cabeza y la bese en los labios. Marisa se sonrío, y me dijo:
- Es una lastima que no haya venido preparada con un ...
... pepino. Jajajajaja
Yo también me reí, porque tenía algo que podía ayudar para compensar ese descuido. Me puse de pie y camine hasta mi closet, saque una pequeña maleta donde guardo algunos objetos interesantes, y la puse sobre la cama.
-¿Qué tienes ahí?- pregunto Marisa mientras hurgaba en la maleta-
- Son juguetes que me ha comprado Mauricio. Los usamos en nuestra intimidad, pero por favor, no vayas a pensar mal. Yo no tengo la costumbre de usarlos sola. Me gusta disfrutarlos con él, y ahora podemos usarlos nosotras.
Entre todos los dildos y vibradores (seis aproximadamente) elegí la más reciente adquisición, un juguete negro, justo el que use con Mauricio el día que me lo regalo, (Lean mi relato de Soy cómplice de mi esposo - Bisexuales y sabrán de que hablo), media aproximadamente 30cms de largo .Tiene una forma de “L”, pues sobre el dildo hay una perilla, un poco menos largo, pero mucho más ancho. Cuando este juguete se enciende vibra con fuerza y a diferentes ritmos, según la intensidad que se le marque.
Marisa me miro maliciosamente, tomo el dildo y lo paso por entre mis piernas, al mismo tiempo que me decía:
-¿Ya jugaste con él?.
- ¡Claro! Mauricio lo estrene con Mauricio. Me lo compró hace unos meses.
-¿Te gustaría que lo probáramos nosotras?, Se ve rico.
-¡Por supuesto!, Aquí hay lubricante.
Marisa tomo una buena cantidad de lubricante y lo unto en ambas puntas del dildo, lo froto, y lo volvió a pasar por entre mis piernas. Yo empecé a ...