Descubrimos a cari
Fecha: 02/05/2022,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... boca abajo, Paty se sentó frente de su cabeza, abrió sus piernas y se dejó que la otra se la comiera. A ratos notaba que Paty daba brinquitos, y hasta uno que otro gritito. Le observaba su cara y notaba que sentía muy fuerte los embates de Cari, que la mordía, materialmente.
Cari, recostada sobre su vientre, me exponía sus nalgas, yo no las podía dejar solitas. Fui a los juguetes, abrí el que no tuvimos cuando fuimos nosotras dos la vez pasada. Lo llené de mis babas en un extremo, a ella la preparé con lo más que tuve de saliva en su culito y, muy lentamente, inicié introducirle ese consolador de doble cabeza, muy largo, pero bien gordito, a mi gusto. Paty se despegó de la boca de Cari y se unió a mi operación de insertarle el dildo a Cari en el ano.
“¡Amorcito, ¿Alguna vez te la han metido por el trasero?!” le preguntó Paty.
“¡No, nunca, no sabía que se podía y que puede ser que guste! ¡Síganle, no me ha dolido nada, métanmelo todo lo que se pueda! ¡Síganle, un poco más, sigo sintiendo muy rico!” Mis manos me temblaban de la emoción, le sobaba las nalgas, a veces se las mordía y le agregaba más y más saliva. Poco a poco se la seguía metiendo, pero me pareció que era mucho y le pregunté si no la lastimaba.
“¡No, pero siento que hasta ahí está buena, después me dejan ver cuánto me entró! Dijo.
Paty, que estaba de rodillas observando el cómo le iba entrando a Cari el dildo, me acariciaba a ratos.
“¡Ven, acurrúcate aquí junto, boca abajo, abre tus piernitas! ...
... ¡Que lindas se ven unas blancas y las otras color morena!” Le separé sus nalgas y, después de darme gusto chupándole su roseta, excitándola lo más que pude. Le deposité otro poquito de saliva que apenas me salia, hice que Paty misma lubricara el otro extremo, lo chupara y le dejara algo de su saliva. Cari quietecita, con su parte del dildo adentro, solo observaba de reojo lo que yo les estaba suministrando a su compañera. Se dio cuenta de que en el otro extremo estaba Paty enganchada y comenzó a decir cosas agradables, en voz alta, que al final se convirtieron en gritos pidiendo más y llamándome para que la consolara, para que se la metiera más adentro.
Las dos se movían desincronizadamente, a lo loco, sin ritmo, sólo daban tirones y se retorcían. Las dos alcanzaron con sus propias manos, la parte que quedaba libre entre los dos extremos y cada una la jalaba hacia sí, para sentirla más adentro. Pataleaban y de repente, las dos cayeron en una calma, sus orgasmos les habían llegado a la vez.
Así quedaron unos minutos, sin movimiento alguno, de repente Cari se desprendió, fue y revisó los otros juguetitos. Noté que los desenvolvía, jaló a Paty del brazo y me obligaron a voltearme de panza. Paty me colocó un cojín en mi vientre y Cari se encargó de insertarme uno de los otros dos sobrantes, por mi cosita. Lo sentí maravilloso, apretadito y bien adentro, sin que sobrara afuera nada. Mi reacción fue tremenda, lo sentí con mucho placer, pero me colocaron de costado. ¿Qué me irán ...