Su mascota
Fecha: 10/03/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... decisión?
.- Sí Raquel, quiero probarlo.
.- Pués pasa Manuel.
Me hace pasar hasta su dormitorio, me enseña el collar, la correa, los cuencos de comida, arneses para fijarme brazos y piernas. Salimos de la habitación y me lleva al pequeño jardín trasero. Allí en el rincón más alejado han colocado un retrete raso, con tapa.
.- Aquí te traeré para que hagas tus necesiddes, siempre te traeré a la misma hora.
Volvemos dentro, al salón y me indica que además deberá llevar siempre un aparato de castidad para envitar que vaya ronzándome por todas partes.
Me pongo a pensar, a pensármelo de nuevo.
.- Bueno Manuel, si aún estás dispuesto a ser mi mascota ve a mi dormitorio y desnúdate.
En su habitación aún tengo mis dudas, pero quiero probar si esa fantasía mía puede ser hecha realidad. Me desnudo y espero. Ella entra.
.- Bien Manuel, yo como dueña tuya te cuidaré y te protegeré.
Me tiende el aparato de castidad y me pide que me lo ponga. Me lo pongo pensando en lo que ha dicho, mi dueña, pero me atrae la idea de ser pertencia de una mujer.
.- Bien, ahora túmbate bocarriba - me tumbo sobre la alfombra y me pongo bocarriba.
Veo que coje las correas.
.- Dobla las piernes, junta los pies con las rodillas. - Lo hago y me pone el arnés en la pierna izquierda y luego el de la pierna derecha y así me quedo incapaz de volver a ponerme de pie.
.- Ahora los brazos, lleva las manos a tus hombros - En un momento tengo los brazos fijados a los ...
... antebrazos.
.- Date la vuelta, ponte sobre codos y rodillas, que ahora serán tus patas.
Se agacha, me levanta la cabeza y me da un beso en la frente.
.- Bien perrito, ahora te pondré tu collar. Desde este momento no se te ocurra hablar, ahora sólo puedes ladrar, gimotear y llorar como un perro.
Se pone en pie y coge algo, me traba el collar, es un collar redondo, metálico.
.- Ahora te engancharé la correa y daremos el primer paseo. Pero antes te mostraré una cosa.
No sé lo que hace pero una descarga eléctrica hace que todo mi cuerpo tiemble de dolor.
.- El collar es un collar de castigo, al principio será necesario me temo. Si desobedeces, ya sabes.
Engancha la correa y sale de la habitación tirando de mi.
En este punto diré que Raquel es una chica atlética, bajita, alrededor de 1,60. Rubia y ojos claros. Ahora mismo sólo veo sus sandalias.
En el salón se sienta en el sofá. Tira de la correa para acercarme.
.- Sígueme siempre, bueno, lo harás por la cadena, pero te ahorrarás castigos. Vaya donde yo vaya, tu vendrás siempre a mis pies. Dormirás en la alfombra, y el resto del día mientras yo esté en casa estarás a mis pies, cuando tenga que salir te encerraré en una jaula. Es decir, no te moverás si no es a mis pies.
.- Siempre que yo pare, como ahora, que estoy en el sofá y me pondré a ver una película, puedes echarte en el suelo, con antebrazos pegados al suelo. Si me levanto te levantas.
Sube las piernas al sofá dejando los pies colgando y se tumba. ...