Ceremonia lasciva
Fecha: 08/03/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Sophia, Fuente: CuentoRelatos
... se pronunciaba, complacida con su falo en mí recto, metido hasta mis entrañas, dando la sensación de partirme.
Mi conducto parecía haberse dilatado bastante, al punto que lo sacaba íntegramente para introducirlo en toda su dimensión. Creo que una cierta morbosidad me envolvía en ese momento, estar desnuda mientras profanaban mi recto delante de toda esa gente, en donde mi agravio, se fusionaba con mi excitación. Llegue a la conclusión que ser observada en esos momentos, me agradaba, era extraño, pero esa morbosidad no me dejaba de cautivar.
Dejé que me siguiese follándome analmente, estrechando mi ano, para aprisionar su verga, hasta que súbitamente empezaba nuevamente su impetuoso bombeo, fue fabuloso, lo hacía de una manera algo feroz, al punto de hacerme sentir una prostituta. No era como otra veces, era algo irracional, como si en ese contacto anal estuviese descargando su voracidad, en parte me asustó pero a su vez me activaba esa comunión anti natura, donde cada intromisión me hacía gemir y mover lo que podía mi cabeza.
El dolor y el goce se mezclaban, haciendo ese empalme en algo impresionante, hasta sentir como mis pezones estaban cada vez más rígidos, era todo tan voluptuoso, que si bien mi actitud era pasiva, recibía constantemente el frenesí de su dinamismo, manteniendo mi cuerpo en un estremecimiento continúo. Duró bastante disfrutando de mi conducto, hasta que sentí como su esperma evacuaba en mi maltratado recto.
Cuando vinieron las mujeres me ...
... desataron y me limpiaron, mientras mi amo, me observa apaciblemente, apoyo su cabeza sobre mi cabeza, e intuitivamente me arrodillé frente a él, a pesar de mi odio que le profesaba en un principio, sentí la necesidad de venerarlo, evidentemente continuaba drogada, no entendía como había llegado a ese estado.
Besé su verga, y hasta se lo mamé de una manera apasionante, notando un sabor extraño, pero continúe haciéndolo a quien en ese momento era mi amo, cuando después de un rato me hicieron aspirar un humo, que me llevó a un estado de total letargo.
No sé qué sucedió después, perdí el conocimiento, cuando desperté, no sabía dónde estaba, veía amanecer, mientras trataba de conformar mis ideas, vi mi ropa y el resto de mis pertenencias, por una parte feliz de estar viva, me puse como pude esos despojos y caminé hacia el complejo que no estaba muy lejos, por suerte nadie me vio y llegué a la cabaña, me bañé y me acosté, sin poder dormirme enseguida, llena de bronca hacia Josh, que no volví a ver después de ese rito.
A la mañana siguiente al levantarme, me dolía la cabeza al igual que mi ano, pero mi ansia de denunciarlo era eminente, aunque debía contar lo que me habían hecho, que al enterarse mi esposo por lo que había pasado y por no obedecerlo era factible llegar a una separación.
Al llegar a la cantina, no estaba Josh, nadie sabía nada, fui a ver al conserje, pregunte por él, diciéndome:
“Ya no trabaja más, renuncio ayer”
La sangre se me subió a la cabeza, traté ...