Visitantes del Verano - Relatos Eróticos

Visitantes del Verano

Bueno, se acerca al final de mis vacaciones de verano. Ya era hora de estar listo para volver a la universidad. Yo estaría registrando mi tercer año y estaría viviendo con dos compañeros de habitación. Habíamos vivido juntos en una suite de cuatro personas en los dormitorios de nuestros dos primeros años. Ahora que habíamos alquilado una casa de tres dormitorios dos de mis últimos compañeros de habitación se unirían a mí. El otro se movía con su novia. Todo estaba funcionando de maravilla. Tener una habitación para cada uno de nosotros nos permitiría tenemos nuestras novias durante la noche y no m*****ar a nadie. Mi madre había viajado hasta la universidad para traerme a casa al principio del verano. Eso era porque yo no tenía un coche todavía. Uno de mis compañeros de habitación lo tenía. Él era bastante agradable para ofrecer a utilizarlo para llevarnos a todos a la escuela todos los días y para ayudar a hacer recados por el campus y la ciudad. También iba a recoger a mi otro compañero de habitación y luego venir y llevarme para poder viajar de regreso a la escuela juntos. Estaba previsto que iban a llegar el viernes antes de que la escuela empezara para que me visite en mi casa y conocer a mi madre. Les daría la oportunidad de alejarse de sus propias familias y pasar algún tiempo simplemente pasando el rato conmigo en mi propia ciudad natal. Teníamos la habitación de invitados y yo iba a colocar una cuna allí con la cama regular. Podrían lanzar una moneda para decidir ...

... quién conseguiría la cuna y quien obtendría la cama. Pensé que sería divertido. De hecho, yo estaba planeando algo que haría muy, muy divertido. Tuve una gran sorpresa para Antonio y Francisco. Había descubierto que mi mamá y mi prima Sara tenían relaciones sexuales. Entonces todos teníamos sexo juntos. Yo había estado follando a mi madre muy a menudo. No todas las noches, pero lo suficiente para que yo estuviera muy feliz en mi casa. La llamé Rita ahora. Su nombre era Margarita, pero todo el mundo la llamaba Rita. Ahora yo también lo hice, pensando que estaba follando su coño duro y profundo. Ella se corría aún más cuando la llamé Rita. Ese viernes por la tarde Tonio llegó conduciendo con Paco sentado a su lado en el asiento delantero. Yo estaba solo en casa. Rita estaba todavía en el trabajo pero estaría en casa en una hora o así, y entonces todos a cenar juntos. Mamá me había dicho que iba a recoger un poco de comida en su camino a casa, lo suficiente como para darnos a todos una buena alimentación. Y había un montón de cerveza en la nevera. Mamá me dejó bebo en casa todo el tiempo que podía controlarlo. Así que esto iba a ser una noche agradable. Paco y Tonio trajeron poco de equipaje, suficiente para el fin de semana, dejando todas sus otras cosas en el maletero, y dejando espacio para mis cosas cuando nos fueramos el domingo. Les mostré su habitación primero y luego simplemente dejé que ellos vagan alrededor y observar mi casa. Luego nos sentamos en la sala y les dije lo ...