Lolitas
Fecha: 01/06/2018,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... tiernos besos en la nuca, las agradables caricias en su abdomen y la irreversible tentación de seguir con esa locura, Camila la estaba enloqueciendo, no sabía si tenía más miedo que ansias o viceversa, pero por nada del mundo quería detenerse, empezó a sentir cómo la sensibilidad de su vagina aumentaba, parecía latiendo; percibió más fuerte su corazón y se percató que las maripositas en el estómago se movían más rápido.
Los besos en su nuca se empezaron a hacer más sonoros, más firmes y las caricias más insinuantes, habían dejado de ser agradables masajes para convertirse en obvios empujoncitos que la invitaban a darse la vuelta y encontrarse de frente con su amiga, tratando de pensar, de comprender o al menos aceptar las cosas le dio tiempo al tiempo, pero no tuvo éxito y terminó dándose la vuelta, encontrándose con la mirada más penetrante que había descubierto hasta ahora, siendo presa de una excitación que la atemorizaba pero la hacía desear mucho más que esa locura continuara.
No sabían que hacer, no podían actuar como si no estuviera pasando nada pero creían que seguir causaría en la otra una reacción de rechazo, ambas opciones eran erróneas, las dos se estaban muriendo por saber qué seguía en ese extraño juego de seducción y deseo y pensaron, muy acertadamente, que la respuesta se las daría los propios actos que el instinto las llevara a cometer.
Sandra puso su mano en la nuca de su amiga mientras ésta aún estaba firmemente adherida con una sola mano en su ...
... cintura, era el momento más crucial, estaban a punto de cruzar una delgada línea que la sociedad rechazaba injustamente, que el deseo conocía como placer absoluto y asegurado y que ellas, sin quererlo reconocer, estaban excitadas y ansiosas por probar.
Otra mirada a los ojos, otro desbordamiento de adrenalina, más maripositas En el estómago, un temblorcillo todavía más intenso y una excitación tan insistente fueron las sensaciones previas al mágico e imborrable momento en que ambas se acercaron y se dieron un suave beso en los labios, se separaron unos milímetros y en vez de regresar a ellos se acariciaron con éstos las mejillas, el mentón, la nariz y en nimios instantes la comisura de los labios.
Sabían que tenían que seguirse besando, eso querían y estaban muy lejos como para dar vuelta atrás, el miedo impulsaba al peligro y éste al placer, sin pensarlo dos veces Sandra atrajo a su amiga y entreabrió los labios justo frente a su boca y esperó la nueva sensación que marcaría su vida. Camila no se hizo esperar y por fin abrió la boca para besar a la mejor amiga que había tenido en toda su vida, experimentó la extraña sensación de su sensible lengua explorando la de su amiga, el sabor de su saliva, la presión en su nuca y por supuesto, la creciente e imparable excitación.
Por su parte Sandra tomó el momento como un merecido premio a tal preámbulo tan extenso pero tan excitante, descubrió que la lengua de su amiga era bastante inquieta, que su saliva era enormemente ...