Lolitas
Fecha: 01/06/2018,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... las semanas siguientes el mundo tuvo otro color para Sandra, ver a su Amiga la ponía de un genio increíble, ahora pasaba más tiempo a su lado y por mágicos momentos con escasos acercamientos sentía como subía la temperatura y como nacía un insistente impulso por llevar las cosas más lejos, pero sin saber realmente qué hacer, cómo, hasta dónde ni porqué.
Sandra había sido toda la vida heterosexual, se sorprendía de estos nuevos sentimientos pero no quería dejar de sentirlos; finalmente un día los profesores se pusieron tan pesados que no encontraron otra forma mejor para fastidiar a las alumnas que con un trabajo tan largo como monótono, era en parejas, obviamente Sandra iría a casa de Camila, lo harían en su computador gracias al oportuno servicio de Internet con que ella contaba y posteriormente estudiarían hoja tras hoja todos los apuntes con el fin de sacar al menos la nota mínima y pasar esa molesta materia.
Era viernes, salieron del colegio y se fueron directo a casa de Camila, cuyos padres regresarían en la madrugada, almorzaron con ganas y se fueron directo al estudio. Camila estaba especialmente más malhumorada que nunca, el exceso de trabajo impuesto por el colegio y saber que su mayor pretendiente había resultado más patán que Juan Carlos la estaba estresando demasiado, trató de relajarse y se sentó en el computador al lado de Sandra con el fin de terminar ese trabajo algún día, pero sentía los nervios de punta y la gran necesidad de desahogarse de alguna ...
... manera, sabía que no era el momento para hacer nada y aún más malhumorada comenzó con la labor.
A media tarde llevaban menos de lo que esperaban, obviamente esto las desesperó, pero más a Sandra que a Camila, que creía manejar un poco la situación y el tiempo. Al ver esto Camila se puso de pie y se puso justo detrás de su amiga, tomándola firmemente de los hombros y haciéndole un conveniente masaje, no le gustaba ver a su amiga tan tensa, así que usó las técnicas que había leído en las revistas y que había visto en TV y demostró por supuesto la inexperiencia que tenía, era la primera vez que intentaba esos masajes, era lógico que no salieran perfectos.
Sandra se puso de pie, más que reconfortarla los masajes le hacían daño, tenía la espalda demasiado tensa y la presión ejercida por su amiga le causaba dolor, así como estaba, tras su amiga, Camila puso sus manos en la cintura para probar mejor suerte y extrañamente sintió un calorcillo contagioso y unas cosquillas en el estómago que la impulsaban a acariciarla más profunda pero suavemente, así lo hizo, Sandra en vez de oponer resistencia se dejó hacer, le encantaba el tacto de su amiga, de nuevo percibió esa extraña sensación y la consideró aunque indebida (gracias a los prejuicios sociales), maravillosa.
Embriagada por el alterado estado de sus hormonas Camila se arriesgó y metió las manos bajo la blusa acariciando el abdomen de su amiga con total libertad, masajeándolo con firmeza, admirando su perfección con las manos, ...