Ama Sandra (Cap. 3) - Relatos Eróticos

Ama Sandra (Cap. 3)

Al día siguiente una vez más daba inicio tanto al día que debían soportar los esclavos con sus respectivas obligaciones al igual que tener que someterse a las órdenes recibidas de Ama Sandra, la cual mediante iba aumentando su experiencia como Domina más hacia sufrir a sus perras teniendo que cumplirles ordenes cada vez con mayor grado de dificultad. Su día a día sin excepción alguna sin importar si hacía frio o calor, hiciera aire o empezara a nevar, los esclavos debían despertar a las cinco de la mañana y bañarse bajo la presión que despedía la manguera de bomberos la cual poco faltaba para convertir el agua en hielo; e inmediatamente alistarse para comenzar a cumplir con todos y cada uno de sus deberes domésticos.

Por el contrario el diario amanecer de Ama Sandra era totalmente distinto al de su sequito de sirvientes rendidos a sus pies, ya que para empezar su hora de despertar era dos horas más tarde de la que tenían marcada los esclavos, mientras que los esclavos se bañaban con agua casi hecha hielo, Ama Sandra su baño era con agua templada, y mientras el sequito tenía que permanecer totalmente en cueros sin importar si la temperatura, Ama Sandra siempre vestía cómodamente, pero debemos recordar que el único privilegio de todo esclavo es servir al amo o Ama sin importar lo que el esclavo quiera o necesite, su único deber y obligación es mantener complacida a su Ama o Amo.

Como cada mañana lambi debía preparar el desayuno de su distinguida dueña, antes de ser ...

... entregado debía arrodillarse a lamer sus pies y así despertarle delicadamente, y si por alguna razón su Ama se exaltaba sintiendo algo extraño a lo que se había acostumbrado, su esclava lambi sería castigada recibiendo una patada bien dada en la cara, de tal modo que a lambi no le convenía que su Ama se espantara con cualquier movimiento fuera de los habituales; y si recordamos que Ama Sandra no necesitaba perder el tiempo eligiendo atuendo, una de sus esclavas le bañaba mientras que la otra elegía su atuendo como cada día.

Eso le permitía al Ama a aumentar su hora de sueño al no tener que preocuparse ni de prepararse el desayuno, mucho menos tener que bañarse o vestirse, ya que para eso tenía esclavas que lo hicieran por ella. Sandra había conseguido la manera más cómoda de vivir que jamás hubiera siquiera soñado antes de conocer la que en meses anteriores fue su Ama y que ahora ella es una perra sometida.

Esa mañana mientras le vestían, Ama Sandra mandó llamar a una de sus escoltas para ordenarle fuera al campus y se dirigiera con la coordinadora escolar y que le ordenara que la Emperatriz no asistiría ese día al colegio y que debía encargarse de registrar su asistencia aunque no se presentara en todas y cada una de sus clases, al mismo tiempo llamó a sus maestras esclavas para que le consiguieran las tareas y apuntes del día, lo cual no tuvo ningún problema en conseguir, ya que a esas alturas toda la escuela le rendía el mayor de los respetos a la Emperatriz sin importar ...