-
Una pareja diferente
Fecha: 21/01/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos
... para comenzar el camino inverso y apretar sus labios entorno al capullo. Durante 10 minutos estuvo ofreciéndome todo su catálogo de habilidades hasta que la situación pedía ir un paso más allá. Sin soltar la cadena agarré su cabeza y comencé una tremenda follada. El ruido líquido de mi polla percutiendo contra su boca lubricada con abundante saliva era excitante. Las babas de la mujer se salían y caían sobre sus maravillosas tetas. Ella se aferró a mis muslos para recibir la follada. No se retiró cuando mis piernas tensas anunciaban que el final se acercaba. Un grito anunció que me estaba corriendo dentro de la boca de aquel animal sexual que era Lorena. Se tragó la mayor parte de mi semen caliente. Algunos restos se salieron por la comisura de sus labios. Caí derrotado sobre un asiento cuando Javier tomó las riendas metálicas que marcaban el ritmo a la mujer. La colocó a 4 patas sobre un sofá. Lorena movía su culo de manera sensual, cómo desafiando a su hombre. Éste no dudó en azotar cada nalga varias veces, muchas vece. Los suspiros y gemidos de placer de la mujer contrastaban con las marcas que los dedos iba dejando Javier en las maravillosas posaderas de ella. Con mi móvil (según me había indicado el hombre) tomé varias fotografías del castigo al que estaba sometiendo a su mujer. Incluso me pidió que grabase cuando se colocó tras ella y la penetró sin compasión: -¿Era esto lo que querías verdad, perra? –Le preguntaba al tiempo que tiraba de la cadena ...
... obligándola a tirar la cabeza hacia atrás. -Sí, joder, sí. Esto es lo que quería. Ser tu perra. El hombre aumentó el ritmo de la follada hasta alcanzar el orgasmo con un grito casi animal. La imagen de aquella pareja follando hizo que mi recuperación se acelerase. Otra vez me encontraba con la polla erecta y dispuesta a empotrar a aquella pequeña perra. Me levanté y Javier me volvió a ceder el poder de la cadena. Tomé a Lorena por la cintura y la levanté en vilo. Conseguí que se enganchara a mí. Me rodeó el cuerpo con sus piernas mientras con los brazos me rodeaba el cuello. Contra la pared la penetré. Incluso con el condón que me había colocado notaba lo lubricado que tenía el coño. La mezcla de sus flujos vaginales y el semen de Javier sirvieron para que mi polla, protegida por el profiláctico, avanzase sin problemas por aquel volcán en erupción que era el sexo de Lorena. Le comía el cuello y la oía gemir mientras se la clavaba en lo más profundo de su ser. Javier no perdía detalle con su móvil. -Joder, que mujer tienes Javier. -Es una perra muy complaciente. Lorena me mordió el hombro cuando alcanzó un orgasmo al ver que su marido grababa como estaba siendo follada por aquel desconocido. Grité de verdadero dolor al sentir sus dientes clavarse en el trapecio de mi hombro. Aceleré contra aquel coñito de perra haciendo que su menudo cuerpo chocase contra la pared sin cuidado: -Sigue, cabrón, sigue joder. Más fuerte… –La mujer me animaba a que no parase en la ...