1. Conociendo a Marisa


    Fecha: 20/01/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos

    ... comenzó a moverse al ritmo de la música, sensualmente, acariciando su cuerpo a través de la ropa.
    
    “Amor, soy tuya, soy todo fuego por vos, te deseo con locura, miré como tiemblan mis manos porque imagino que las tuyas recorren mi espalda, mi cara, mi cuello.”
    
    Se sacó lentamente el vestido y su cuerpo estallaba dentro de un conjunto de ropa interior de encaje maravilloso. Sus manos empezaron a jugar. En sus pechos, por encima o por debajo del brazier, lo mismo que en su vagina. Mojaba sus dedos y los chupaba. Subió y se paró a los pies de la cama, con las piernas separadas, mostrando como se acariciaba toda, se quitó el brazier, y pellizcaba sus pezones.
    
    Yo estaba totalmente erecto, mi pija de 17 cm apuntaba al techo. Ella la miraba y mordía sus labios.
    
    “Que linda que está tu pija, no sabes cuánto la deseo mi amor, te gusta como me veo desde allí abajo”
    
    “Si, Mónica, que ver hermosa” dije cambiando a propósito el nombre
    
    Se quedó helada. No reaccionaba.
    
    “Como Mónica, en quien estás pensando hijo de puta, ándate de acá, hijo de puta. Ya mismo” Dijo enfurecida.
    
    Se bajó de la cama, caminaba por la habitación como una tigresa enjaulada
    
    “Ya se fue Marisa, ahora estás sola”
    
    “Hijo de puta, Mónica. Vos mirá y contale a ese desgraciado”
    
    Buscó en un cajón y sacó dos consoladores, los puso en la cama y subió nuevamente. Cambió de música y ahora sonaba algo de rock pesado.
    
    “Puto, vos te perdiste esta mujer, pero sabes qué, no te necesito para ...
    ... tirarme un buen polvo.”
    
    Me miraba con bronca, como si yo mismo fuera el hombre que la despreció, era una furia bailando, su cuerpo parecía poseído por una corriente eléctrica. Tomó uno de los consoladores y lo comenzó a chupar con furia,
    
    “Mirá, mirá la mujer que te perdiste, ahora voy a gozar, gozar de los hombres que me van a dar el placer que merezco, porque se necesitan varios para hacerme gozar”
    
    Y tomó el consolador que estaba chupando y se lo introdujo en la vagina. Lo hacía entrar y salir con furia, hasta el fondo. Tomó el otro, de mayores dimensiones y se lo puso en la boca. Estaba imparable, llegué a pensar que se iba a lastimar por lo violento de sus movimientos.
    
    “Mirá, ahora tengo dos machos para mí.”
    
    De pronto se sacó el que estaba en la concha y lo puso en el culo. Dio un grito de dolor, pero no le importó. El más grande, fue directo a su concha, sin miramientos, lo enterró. Otro grito de dolor, pero ya estaba entrando y saliendo. Se dejó caer de rodillas, y enterrando bien el del culo, seguía moviendo el de la concha mientras su mano libre metía dos dedos en la boca.
    
    “Ver, ahora tengo los tres ocupados, pelotudo. Vos te lo perdiste!!!ª
    
    Llegó a un orgasmo y sucedió lo que nunca esperaba, se dejó caer de costado y comenzó a llorar con todo.
    
    “Pero al final, siempre sola. Sola”
    
    Temblaba y lloraba sin parar, repitiendo esa frase. Con cuidado saque los consoladores y la recosté a mi lado.
    
    “Ya está. Ya pasó todo Marisa, estás conmigo, con ...
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