Conociendo a Marisa
Fecha: 20/01/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
... no sé cuántos orgasmos tuve y cuantos me cortaste, puto”
Esta vez le di un sopapo en la cara que la sorprendió
“Perdón, no lo volveré a hacer, perdón”
Tome la barra de chocolate y le dije:
“Por eso que dijiste, los 5 minutos quedan en dos, levantá las piernas”
Ella lo hizo de inmediato, después de ponerse otra vez la bombacha en la boca, activé el bullet y comencé a chupar. Con el bullet funcionando tomé la barrita de chocolate y la introduje en su concha.
Enseguida se empezó a derretir, fui lamiendo todo sus jugos y el chocolate. Detuve el plug, le saque la bombacha y por primera vez la besé
“Que es eso?” Preguntó
“Tu conchita me está haciendo un fondue de chocolate, está rico no?
“Sos un hijo de puta”
“Puede ser, pero sigo chupando porque se pierde mucho”
Ella gemía con todo, como pudo se volvió a tapar la boca. Saqué lo que quedaba de la barrita de chocolates, con dos dedos lubrique su ano. Saque el bullet de la concha y lo puse en su ano, y lo empuje con la barrita de chocolate, que quedó aprisionada en la entrada del ano.
Liberó su boca y pidió: “Amo, por favor, eso no, me va a destruir, no doy más, por favor”
Su pedido no fue escuchado, active el bullet y ella se estremeció con todo. Su cadera subía y bajaba. Esta vez no lo apague. Volví a chupar su concha y meterle dos dedos, Dos dedos en su punto G, mi boca en su clítoris y mis manos apretando pechos y pezones.
Fueron 10 minutos de tortura para ella, se escuchaban los ...
... gritos de placer aún con la bombacha en la boca.El chocolate se había derretido, cayendo al suelo. Dejando el aparato activado, me levanté y sin hacer ruido para que no adivine mis movimientos saque tres hielos chicos de la heladera, volví a ella, junté sus piernas, ella las abrazaba y yo sostenía sus brazos. En un solo movimiento metí los tres hielos en su concha. Fue un grito gutural, y comenzó a estremecerse y moverse como loca tratando de expulsar los cubitos. No podía, y el bullet le seguía estimulando el culo. Y por la posición las vibraciones llegaban al punto G, a través de los cubitos.
Apague el bullet, lo saqué de su ano, le saque la bombacha de la boca, el trapo de los ojos y le hice soltar los brazos, que ella seguía trabando.
Pasaron varios minutos hasta que reaccionó. Lo primero que hizo fue ver que yo todavía estaba con los pantalones puestos, y mi pene, guardado.
“Pausa?” me preguntó. Asentí con la cabeza.
“Sos un hijo de puta. Me hiciste gozar como perra. Me sentí, desde anoche, totalmente sometida a tu voluntad!!!, y lo peor que me atraía y me gustaba. Y cuando me metiste el hielo, te juro que del orgasmo sentía que me explotaba la concha.”
“Me alegro que hayas gozado, tanto y tan bien”
“Glorioso, no bien. Pero, vos? Nada? Ni una paja te hiciste?
“No”
“No entiendo, por qué”
“Me guardo para cuando estés caliente”
“Más?”
Nos quedamos un rato charlando, me contaba de sus sensaciones, como la sorprendían sensaciones que nunca había ...