Para una dulce chica
Fecha: 18/12/2021,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Escuche su voz, mi corazón dio un salto, incluso aún después de tantos años podía reconocer el timbre de su voz, ese tono tan aniñado que le deba un toque sensual, no necesitaba que dijera su nombre, sabía perfectamente quien me hablaba desde el otro lado de la línea.
Con el auricular pegado a la oreja comencé a recordar escenas, besos tímidos al inicio, caricias despistadas, platicas interminables y tardes magnificas a su lado,la emoción del momento me llenaba por completo, la había extrañado tanto, ella mi primer amor, ella la persona a quien mas había amado y a quien mas había hecho daño.
No recuerdo con exactitud sus palabras, solo recuerdo las emociones que desató en mi, y recuerdo el mensaje central, vendría a la ciudad, prontamente la vería de nuevo; los siguientes días fueron un desfile de recuerdos que pasaban por mi mente y se negaban a abandonarme, sin poder evitarlo la excitación se apoderaba de mi, recordarla entre mis piernas buscando y jugando con su lengua sedosa en mi punto de placer, sus blancas y pequeñas manos recorriendo mi cuerpo, su cálido y dulce aliento arrancándome suspiros de placer.
Una noche en la cuál el calor me impedía dormir me levante a hurtadillas en la cama, pues mi pareja se encontraba durmiendo a mi lado, tomé el móvil y me encaminé a la sala el aire fresco sobre mi cuerpo erecto mis pezones y me produjo un cosquilleo delicioso por todo mi cuerpo semi desnudo, me sentía nerviosa, no sabía si ella me contestaría pero tome valor y ...
... marqué su número telefónico, lo mas probable es que me mandara a la jodida ya que era mas de media noche y tal ves ella ya estuviera durmiendo, tampoco sabia que le diría o cuál sería la excusa para llamarle.
Un timbrazo, dos, tres, cuatro y cuando me daba por vencida-hola,hola…
Me quede muda un par de minutos, cuando por fin salí del estupor las palabras salieron solas, como si no hubieran pasado tantos años la conversación salió fluida
-hola hermosa, que haces?
-estaba leyendo, hace mucho calor, no puedo dormir y tu?
-salí de la cama a tomar aire, tampoco puedo dormir, dime que lees?
-pues estoy leyendo un libro que me regalaste hace mucho tiempo lo recuerdas?
Comenzamos a charlar como si el tiempo no hubiera pasado, como si apenas ayer hubiéramos estado juntas, sin todo aquello que sucedió y se interpuso entre nosotras, por fin me atreví a preguntarle: dime, me extrañas? Yo te he extrañado tanto, a veces he soñado contigo y no he podido dejar de recordar lo mucho que me gustaba estar contigo.
- Yo también te he extrañado bastante, me acuerdo cuanto placer me daba estar entre tus piernas.
Cerré los ojos y mi mano automáticamente bajó a mi rajita encharcada, comencé a acariciarme ´pensando en sus caricias, de verdad que la echaba tanto de menos, su voz me transportaba de regreso a las tardes que pasaba en su casa, en su cama en sus brazos y sobre todo entre sus piernas.
No se cuánto tiempo pasó pero comenzaba a clarear cuando me fui a la cama, ...