El secreto de Hugo (su padre)...
Fecha: 19/05/2018,
Categorías:
Gays
Tabú
Autor: renovatio111, Fuente: xHamster
... tatuajes. Yo Keko y el de detrás es mi amigo Raul, dijo aclarando como si ahora necesitáramos presentaciones. “Eres guapísimo, mi amigo quiere violar tu ojete”, dijo con total normalidad.-”Qué suerte hemos tenido de venir aquí hoy, con lo salidos que estamos”- le dijo a su colega, que había sacado su polla y la restregaba por mi culo untándolo de su saliva y su líquido preseminal. De vez en cuando hacía presión a la entrada de mi ojete y paraba, para seguir jugando.Entonces, se puso de rodillas, bajó mi pantalón corto hasta los tobillos y separó mis nalgas. Metió su cara en mi ojete y aspiró fuertemente.-Joder que culazo más rico- dijo en voz alta y claramente cachondo - es como el de una virgen- le comentó a su amigo. Pasaba su lengua comiéndome el ojete con voracidad y me mordía las nalgas sin cortarse un pelo. ¡Zás! sonó una palmada que me hizo dar un respingo contra el pecho del tatuado.Me deleité comiéndole y mordiéndole los pezones a su amigo, que seguía magreando su polla con una mano y apretándome la cara contra su pecho. Sus aureolas estaban rojas del trabajo que le estaba haciendo y a él parecía encantarle. Alternaba las lamidas con aspiraciones profundas su olor corporal y me dejaba llevar por su manaza en mi nuca de un sitio a otro. Noté como me entraba una lengua en el ojete y a continuación un dedo. Ni siquiera podía girarme a ver qué trabajo me estaban haciendo en el culo, porque la mano del tatuado no me dejaba opciones. Empecé a gemir mientras jugaba con ...
... su lengua en mi ano.Mi ojete dejaba hacerse. Él recorría con habilidad mis zonas más sensibles, mordía mis nalgas, me daba cachetadas que las pusieron completamente rojas. Lamía mi raja de arriba a hacia abajo y la repasaba dejando una capa trasparente húmeda de su saliva, desde donde empezaban mis huevos hasta donde terminaba mi espalda, y se detenía en mi ano, penetrándome con su lengua y moviéndola dentro de él, arrancándome largos suspiros de placer, que ahogaba contra el pecho de su compañero.Levanté la mirada y ví a Keko, con cara de satisfacción, mirándo como trabajaba mi culo su amigo. Era guapo, tenía unas facciones duras. Muy masculino, una barba desaliñada de 3 días adorbaban su mandíbula. No pasaría de 20 años, pero parecía que tenía 27 o 28 de lo desarrollado que estaba físicamente. Me agarró con su mano de la mandíbula y me lanzó un salivazo. Sabía y olía a cerveza. Sonrió. -”Asi, buen chico, ¿te gusta? me dijo con un tono cachondo.Raúl, que estaba detrás de mí, subió hasta mi oido: ¿Quieres que te follemos? - susurró, mordiéndome los hombros y la oreja derecha.-Claro- dije sin pensarlo cachondísimo, mientras continuaba mordiéndome en el cuello, los hombros, la espalda, dando pequeños mordiscos dejándome la huella de sus dientes que desaparecía en segundos, quedando sólo una huella roja que demostraba que ahí me estaban dando placer.La piel de mis nalgas y de mis muslos se puso de gallina con las caricias, los magreos y los mordiscos.Raúl siguió susurrándome al ...